El Colegio de Arquitectos de Sevilla demostró ayer no tener pelos en la lengua y estar dispuesto a batallar para la buena ordenación del territorio en la Gran Sevilla. Por ello, ayer pidió la retirada del actual Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus) y la redacción de un nuevo documento.
El Colegio de Arquitectos es una de las muchas instituciones que presentaron alegaciones al Potaus, pero quizás es la que se muestra, al menos en voz alta, más crítica con el documento elaborado en el último año por la Consejería de Obras Públicas y al que hasta el pasado día 15 se pudieron presentar alegaciones.
Su presidente, Ángel Díaz del Río, manifestó que el Colegio de Arquitectos en general hace "una valoración positiva del documento porque busca mejorar la calidad de vida de los ciudadanos", para añadir a renglón seguido que el Potaus no llega a alcanzar los objetivos que se buscaban con él y solicitar a la Junta de Andalucía que lo retire y "reinicie su reformulación y redacción".
Dijo que esta petición se basa en que si el Potaus se elaboró en un año se demuestra que se puede redactar otro documento que respete los principios que se buscaban con él en el mismo periodo de tiempo. Remarcó que la institución que preside, para mostrar su disconformidad con el Potaus, presentó un documento exhaustivo con más de un centenar de folios con alegaciones divididas en 11 temas. "Es decir, hemos presentado una enmienda a la totalidad", sentenció.
Estos profesionales encuentran en el Potaus infinidad de lagunas, pero entre ellas destacan que se desconoce quiénes elaboraron un documento, que, en su opinión, debería haber estado capitaneado por un ingeniero de caminos o un arquitecto. También añadieron que no tiene sentido que no se haya incluido en la comisión de redacción a todos los municipios de la aglomeración urbana, "ni tan siquiera a la capital hispalense, lo que produce bastante perplejidad".
También proponen que para la elaboración de un nuevo documento se incorpore, aunque sea en régimen consultivo, a los colegios profesionales, universidades, asociaciones de vecinos y demás colectivos representados en la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Andalucía con presencia en la Gran Sevilla. Paralelamente, exigen que "se garantice la participación ciudadana".
Respecto a las áreas de oportunidad residenciales, el Colegio de Arquitectos se muestra bastante crítico, porque lo que desde la Junta de Andalucía se vende como algo muy positivo, que hasta el 70% de las viviendas serán de VPO, para los arquitectos puede ser negativo al crear sectores de segregación social. Creen, también, que estas áreas de oportunidad residenciales generan nuevos núcleos poblacionales, algo que en su opinión va en contra de la filosofía inicial del Potaus que pretendía evitar la conurbación y la creación de más asentamientos.
Por otra parte, según los cálculos realizados por los arquitectos de Sevilla, con las áreas de oportunidad residenciales incluidas en el documento el crecimiento de población podría rondar el 112%, algo que va totalmente en contra del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), que fija el aumento poblacional en el 30% para ocho años. En este sentido, los arquitectos censuran que no se hayan tenido en cuenta los planeamientos que están ya redactados ni los que se están elaborando en el área metropolitana, ya que con el número de viviendas que contemplan la población podrá incrementarse en un 60%, "un crecimiento para los próximos 100 años", según estos profesionales.
Este colectivo se lamentó de que en el Potaus no se haya hecho un cálculo de las viviendas que caben en el mismo y que no se haya pensado en las personas que habitan o habitarán en este territorio. "Es básico velar por la calidad de vida y tener en cuenta los equipamientos necesarios, algo que en este documento no se incluye", apostillan.
Otro aspecto negativo del Potaus para los arquitectos es que hay un mayor número de espacios protegidos, a incorporar más municipios, "pero en algunos puntos se reduce el nivel de protección".
Respecto al territorio que afecta al Potaus, el Colegio de Arquitectos se muestra "perplejo" porque no coincide con el espacio fijado por el POTA para Sevilla. Según ellos, se incluyen más municipios, como Utrera y Los Palacios y Villafranca, lo que, en opinión de este colectivo, hace que se haya descabezado la unidad territorial del Bajo Guadalquivir.
Los arquitectos también cuestionan que se hayan incluido en el Potaus nuevas áreas de centralidad (las previstas para equipamientos supramunicipales), cuando no están justificadas porque sólo se basan en aspectos que son muy locales.
Por otra parte, esta institución, en relación al sistema hidrológico, estima que el Potaus debe realizar el estudio de inundabilidad de la totalidad de los cauces del área metropolitana y proceder a desclasificar suelos urbanizables que se encuentran sobre dichos sectores con bastante riesgo.
Finalmente, el Colegio de Arquitectos recrimina que el Potaus respecto a la movilidad haya asumido todo el Plan de Movilidad que se aprobó hace un año, "sin tener en cuenta el crecimiento de población que se producirá con el suelo que se quiera clasificar. Para concluir: "Debe transcender el Plan de Movilidad y pensar en un horizonte temporal más amplio".
