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El comercio confía en las rebajas tras un estreno con gran afluencia

Las compras de última hora amortiguan la campaña de Navidad, que se salda con un descenso de las ventas que ronda el 5%, según Aprocom.

el 07 ene 2013 / 20:42 h.

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La aglomeración fue tal en algunos comercios que éstos optaron por bajar las rejas e ir dando paso a los clientes por grupos.

La resaca del día de Reyes trajo consigo el bullicio de las calles del Centro y de los principales núcleos comerciales de la ciudad, que se llenaron a rebosar desde primera hora de la mañana y durante toda la jornada en busca de la ganga, que en muchas ocasiones costó trabajo encontrar.

Se notó la masiva afluencia de público en la congestión que había en el interior de los comercios, sobre todo en las colas a la hora de pasar por caja, que en muchos establecimientos casi llegaban hasta la puerta. Incluso también en aquellos que, al haber adelantado las rebajas, tenían los mismos precios que el día 5, cuando había bastante menos gente. Y es que este año uno de los regalos estrella de sus Majestades de Oriente para los más mayores ha sido sin duda el dinero.

A esta tradicional estampa contribuyó que confluyeron los más ávidos por canjear el efectivo en prendas, con quienes no quisieron esperar ni un solo día para descambiar los regalos que erraron en la talla o no atinaron en el gusto y con los que optaron por darse un "paseíto" aprovechando el día festivo.

Mucho ambiente en la calle, tiendas repletas y, lo fundamental, bolsas de compras en las manos. Los comerciantes confían en que las rebajas les ayuden a salvar una campaña, la de Navidad, que no ha cubierto las expectativas de ventas, aunque la caída se ha amortiguado con las compras de última hora, ya que se ha saldado con un retroceso de "entre un 4 y un 5%" en relación a años anteriores, un descenso "menor del esperado", según indicó a Europa Press el vicepresidente de Aprocom, Tomás González, que reseñó que el comercio sevillano afronta con "muchas expectativas" la campaña de rebajas porque hay "muchas ofertas y buenos precios", sobre todo, en textil.

Según los datos de la patronal CECA, la previsión de facturación para el comercio sevillano se eleva hasta los 57,66 millones, un 5% menos que en la campaña del año pasado (60,7 millones). Se estima que cada andaluz se gastará de media 80 euros estas rebajas.

El 7 de enero fue el día elegido por la gran mayoría de los comercios para iniciar el periodo de rebajas, a pesar de la libertad que ha otorgado el Gobierno para adelantar esta campaña, una iniciativa que no cala entre el pequeño comerciante. Aunque en los establecimientos se anunciaban descuentos de hasta el 70%, la rebaja media que reflejaban los escaparates y las prendas rondaba entre el 10% y el 40%.

Hubo quien, no obstante, se quejaba de que las ofertas eran más bien "escasitas" y de que no se podía comprar "con tanto agobio". De hecho, muchos desistieron de su intención de comprar y la retrasaron unos días.

Las tiendas de ropa y calzado fueron las preferidas, cuyo ambiente de bullicio contrastaba con la tranquilidad que se vivía en otras superficies especializadas en productos tecnológicos y de ocio. De hecho, en estos casos la mayoría de los clientes acudía para devolver los regalos con los que los Reyes Magos no habían acertado.

Llamaba la atención encontrar pequeños establecimientos cerrados, aunque bastaba echar un vistazo para comprobar que no era quizás el mejor día para hacer negocio en el caso de una agencia de viajes o de una tienda de golosinas, donde el periodo fuerte de ventas acaba de concluir, además de algunos bares, que optaron por tomarse también el día festivo y no abrir sus puertas. Calles como la céntrica Alcaicería eran el claro ejemplo de este contraste. Los establecimientos de moda mostraban en los escaparates prendas rebajadas, mientras que las tiendas de chucherías o las joyerías optaron por cerrar sus puertas.

Lo mismo sucedía con los horarios. En los últimos días, algunos comercios que cierran a mediodía, como pequeñas librerías del Centro, optaron por hacer jornada completa con el objetivo de apurar las últimas horas antes de la llegada de sus Majestades de Oriente. Tras jornadas maratonianas, estos establecimientos, que han contado incluso con ayuda extra, decidieron poner fin a la intensidad propia de las fiestas navideñas y preferían descansar a la hora del almuerzo.

Costaba trabajo caminar con normalidad en calles como Tetuán, Sierpes o la Plaza del Duque, donde las colas -de no menos de quince minutos para poder pagar- hicieron a algunos clientes desistir de la compra. En algunas tiendas se habilitaron incluso cajas que normalmente no operan para agilizar las compras. "Hay tanta gente que parece que regalan las cosas, pero a mí los descuentos no me parecen para tanto", se quejaba una chica que acudió a devolver un regalo.

Hasta a la dependienta de la sección de zapatería -entre el agobio y el vocerío continuo de ‘sácame este número de este modelo'-, se le oyó un pensamiento en voz alta: "Anda que si no tuviera que trabajar, iba a venir yo el primer día de rebajas". Locura total.

El acceso a los aparcamientos como el de la Plaza de la Gavidia, atascado. El incesante goteo de coches generaba una inevitable espera para la que no quedaba otra que armarse de paciencia. Y ello a pesar de que Tussam había reforzado su servicio con el objetivo de evitar aglomeraciones de tráfico en las principales zonas comerciales de la ciudad. Sin embargo, éstas se produjeron en áreas como Nervión o el entorno del Duque.

Fuentes municipales precisaron que el Cecop no había registrado ninguna incidencia de tráfico, teniendo en cuenta, eso sí, que los atascos no entran en esa categoría, porque los colapsos circulatorios se produjeron en los accesos a los centros comerciales y sus entornos. La Policía Local tuvo que regular el tráfico en los accesos al Centro, como en la entrada por la calle Águilas o Puerta Osario. Y ya en el área metropolitana, se registraron atascos en las entradas de Ikea y Airesur, en la A-49 a la altura de Castilleja de la Cuesta.

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