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El comercio del centro quiere que el Salón sea 'una rotonda'

Cuando en diciembre del año pasado se abrió al público provisionalmente la Plaza de España, los comerciantes del centro de Écija saludaron la apertura del corazón de la ciudad "aunque sea de forma peatonal". Seis meses después no se conforman: quieren tráfico en el Salón.

el 15 sep 2009 / 06:24 h.

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Cuando en diciembre del año pasado se abrió al público provisionalmente la Plaza de España, los comerciantes del centro de Écija saludaron la apertura del corazón de la ciudad "aunque sea de forma peatonal". Seis meses después no se conforman: quieren tráfico en el Salón.

Los propietarios de tiendas y bares de la plaza mayor ecijana -y en las calles comerciales aledañas- utilizan una imágen para describir cómo es el Salón que quieren: piden que la emblemática explanada sea "la rotonda del centro de Écija". Es decir, quieren que se deje entrar y circular el tráfico rodado por la plaza.

Es una reclamación mayoritaria. Prácticamente todos los establecimientos abiertos en la explanada quieren un centro con tráfico. De hecho, así era hasta ahora. En la veintena de tiendas que hay en la calle Del Conde (una vía eminentemente comercial), sólo un propietario dice que quiere un centro peatonal o, como poco, semipeatonal.

Es la excepción que confirma la regla. La mayoría quiere que los coches vuelvan a entrar en el Salón, algo que consideran un factor importante para sus ventas, cuando no una condición indispensable para frenar la crisis que sufre el comercio del centro desde finales de los años noventa del pasado siglo, desde que la plaza del Salón está en obras.

Los comerciantes del centro histórico de la ciudad se agarran a esa idea de la "rotonda del centro" como hace cinco años se aferraron a la de que el párking subterráneo en la misma plaza del Salón era indispensable para garantizar la viabilidad del renovado mercado, un apoyo sin el que la plaza de abastos no podría convertirse en el revulsivo para facilitar el desarrollo comercial y económico de las tiendas del entorno del Salón.

El principal problema para volver a dejar pasar los coches por la Plaza de España es, precisamente, el párking. Ningún coche puede entrar en la plaza si no es para aparcar en el estacionamiento subterráneo. Además, la salida del aparcamiento, que se abre en el perímetro de la plaza, hace imposible que los coches puedan rodear el Salón.

La única zona de la explanada que los coches pueden pisar es la que da a la arcada de la parte Este de la plaza, a la que se accede en turismo desde la calle Jesús Sin Soga y donde sillares de gran tamaño y situación estratégica, impiden que ningún vehículo pueda rodear la plaza que, por ahora, es semipeatonal.

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