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El Consejo de Cofradías aplaude la restricción de las sillas plegables

El Consejo de Cofradías aplaudió ayer la medida anunciada por el Ayuntamiento hispalense de restringir el uso de las sillas plegables en las zonas de mayor aglomeración durante la Semana Santa. El presidente de la institución cofradiera, Adolfo Arenas, alabó la decisión municipal, al tratarse de "una medida de seguridad manifiestamente clara y con suficiente fundamento".

el 16 sep 2009 / 06:09 h.

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El Consejo de Cofradías, organismo de representación de las hermandades sevillanas, aplaudió ayer la medida anunciada por el Ayuntamiento hispalense de restringir el uso de las sillas plegables en las zonas de mayor aglomeración durante la Semana Santa. El presidente de la institución cofradiera, Adolfo Arenas, alabó la decisión municipal, al tratarse de "una medida de seguridad manifiestamente clara y con suficiente fundamento".

Arenas reconoció que la consagración de estos hábitos callejeros sobrevenidos de un tiempo a esta parte se había convertido "en un verdadero problema de orden público para la Semana Santa", porque la colocación masiva de las sillas plegables no sólo "impide un normal desenvolvimiento en las bullas", sino que pueden dar lugar a problemas de orden público. "Las cosas tienen unos límites y cuando esos límites se cruzan y se llevan al extremo, la cosa se desboca. Y claro, siguiendo por este sistema nos íbamos a encontrar con que este tema se iba a desbocar por la cantidad de trifulcas que se creaban y por la cantidad de problemas que podrían originarse ante una eventual evacuación".

"No es lo mismo -continuó- abrir un pasillo entre personas que están de pie que abrirlo donde hay una fila de sillas aquí y otra más al fondo que, en un determinado momento, se pueden convertir en un instrumento no digo letal pero sí capaz de hacer mucho daño".

El responsable de la institución cofradiera pide, no obstante, mesura en la aplicación de esta prohibición. "Me parecerá muy bien si se zonifica dónde no se deben poner las sillas plegables y sé que esto a lo mejor es hasta poco popular que lo diga, pero es natural que suceda".

Arenas no se imagina "a la Policía quitando sillas de todos sitios, por antipopular", pero tampoco entiende que "en las zonas de paso más transitadas se instalen las personas con unas sillitas obstaculizando el libre tránsito de los ciudadanos". "La clave de esto es que todo tenga una medida, una mesura", insiste.

Preguntado en su condición de abogado si esta prohibición atenta contra la libertad del ciudadano, el presidente del Consejo responde: "El sentarse en la calle no es un problema, pero imagínese que al salir de su casa se encontrar todo el pollete lleno de personas y usted quiere pasar y le dicen que no se levantan de allí porque están en la calle".

"El problema -apunta Adolfo Arenas- no está en las sillitas en sí, sino en el señor o señora que se sienta encima de la sillita y que en un determinado momento hace como decía Rousseau: clava una azada en el suelo y dice ésta tierra es mía, extendiendo un certificado de propiedad sobre la parcela que ocupa". Y concluye: "Una persona tiene el derecho a sentarse en un silla, pero no a hacerlo en determinados sitios si con ello crea un problema de orden público".

De otro lado, representantes del Ayuntamiento de Sevilla y del Consejo de Cofradías mantuvieron ayer una "primera toma de contacto" en las negociaciones que habrán de fructificar en la redacción de un nuevo convenio de explotación de las sillas de la Carrera Oficial. La pretensión municipal es que en este documento quede ya reflejada la reforma que habrá de sufrir la Carrera Oficial en la Semana Santa de 2010, con el fin de adaptarla a los requisitos legales, técnicos y de seguridad que la normativa vigente exige (reglamento de espectáculos públicos).

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