Ganar la batalla al ruido. Con esa premisa, el Ayuntamiento de Utrera ha anunciado su pretensión de aumentar el control en los bares y discotecas de la localidad, con el fin de conciliar el derecho de los empresarios del sector y el de los ciudadanos y vecinos que residen en el municipio.
En palabras del portavoz del gobierno municipal utrerano, José Hurtado, con la puesta en marcha de estas medidas y el endurecimiento en la vigilancia "pretendemos intentar aunar intereses, siempre que sea posible". Para ello, han delimitado una lista con los 21 bares más conflictivos de Utrera, esto es, los que más quejas y denuncias generan en la Policía Local y en el propio Ayuntamiento, a causa del ruido.
Una vez elaborado el listado -durante la pasada semana y la que hoy comienza-, el Consistorio está citando a los dueños de los bares para informarles de las condiciones que deben cumplir para que sus establecimientos sigan funcionando. "Si no acatan e incumplen las normativas municipales y las de la Junta de Andalucía, nos veremos en la obligación de actuar, y no nos va a temblar el pulso", aseguró Hurtado en su anuncio.
El portavoz del gobierno explicó que la información que están recibiendo los empresarios del sector que acuden a la convocatoria del Ayuntamiento se refiere a las obligaciones que tienen, en función del tipo de licencia del que dispongan, "entre lo que se encuentra el volumen sonoro y el horario de cierre, que ha de estar ajustado a la normativa vigente". Para que esto se cumpla, Hurtado aseguró, tajante, que "vamos a actuar, deben saberlo los vecinos y los dueños de los establecimientos, y si alguien detecta algún incumplimiento, que acudan y lo denuncien, que será comprobado y actuaremos en consecuencia si el vecino tiene razón en su queja".
Así, a partir de la hora del cierre de los locales, "no se pueden servir más consumiciones, debe cesar completamente la música, han de apagarse todas las luces del establecimiento y no se puede permitir la entrada de más personas, solamente la salida del recinto. Todo ello para que -según las medidas de la Junta- media hora después de dicha hora de cierre, esté completamente desalojado el recinto", explicó José Hurtado.
En cuanto a los veladores de los bares situados en la vía pública, el Ayuntamiento controlará si tienen o no permiso, además de si ubican el número de mesas permitidas o si superan lo permitido. En caso de incumplimiento, "la Policía retirará los veladores no establecidos legalmente". Junto a esto, también se vigilará la recogida de basura en dichos establecimientos, "para que los dueños la saquen antes de que pase el camión, y no cuando se produzca el cierre diario de la actividad", afirmó.
Si las normativas vigentes no se cumplen, el Consistorio ha anunciado que establecerá las correspondientes sanciones económicas, que pueden situarse entre los 300 y los 30.000 euros, e incluso la clausura del establecimiento objeto de la infracción.
