Después de siete ediciones, la Fundación Tres Culturas ha optado por enviar su mensaje coral desde un país diferente. En este caso, tras seis años consecutivos –los mismos que cuenta la iniciativa del coro– en Marruecos, esta noche actúan en Sevilla con la idea de seguir abogando por la paz, la concordia y el hermanamiento entre judíos, musulmanes y cristianos.
El elenco de barítonos, tenores, sopranos y demás, tanto profesionales como noveles, abarca a personas que profesan cualquiera de las tres religiones que existen en torno al Mediterráneo, aunque algún año, de manera excepcional, incluso han tenido a orientales.
Entre los integrantes de esta edición se encuentra el barítono marroquí Ghali Serghimi, que, desde su experiencia de haber participado ya en tres ocasiones, se muestra encantado con el cambio de emplazamiento: “Es una muy buena idea, me habría gustado que se hubiera hecho antes y espero visitar otros lugares para seguir descubriendo culturas y países nuevos”. De hecho, se alegra mucho de esta primera salida: “La catedral es impresionante y creo que va a sonar espectacular porque el eco que hay allí es magnífico”.
Con el mismo talante se plantará esta noche ante el público Jacques Greg Belobo, un barítono camerunés de 38 años que asegura sentirse muy feliz de venir a Sevilla “porque he cantado en muchas óperas en las que se habla de ella, como El barbero de Sevilla”, subraya.
Sobre la convivencia previa, que en esta ocasión ha sido en la residencia Lantana (Pilas), el mismo lugar en el que se reúnen los miembros del Taller del Diván cada año, Belobo comenta que “no se aprecia una diferencia crucial desde el punto de vista religioso, porque los participantes están muy concentrados en la música, y el hecho de trabajar sobre un mismo campo les hace estar muy ajenos a diferencias de otro campo”.
Los dos africanos e Irene Gómez, una contralto sevillana de 22 años, han trabajado bajo las órdenes de tres directores: Michael Piquemal, encargado de la parte cantada en latín; Laurent Cousson, en hebreo; y Nayer Nagui, en árabe.
La hispalense, que juega en casa en la que suma su cuarta participación, explica cómo se integran los compañeros: “Hemos aprovechado que era Feria y nos han dado una tarde libre. Se han quedado encantados y están alucinados con el Metro, con la Catedral... Les ha sorprendido la modernidad, allí creo que en ninguna ciudad hay Metro, y claro, les impactó especialmente”.
Para esta cita, a las 20.30 horas en la Catedral, ya no quedan invitaciones libres.
