Los miembros del comité de El Correo JuanContreras, Paco Veiga, Iria Comesaña y Jose Gallego recogieron el premio de manos de Susana Díaz y en presencia de Rafael Rodríguez, Zoido, Pulido y Chus Azor. / EFE
(FOTOGALERÍA. XXII Premio de la Comunicación a El Correo de Andalucía)
El acto de entrega del XXII Premio de la Comunicación de El Correo de Andalucía, cuyos galardones se dieron anoche en un acto celebrado en la Sala Chicarreros de la Fundación Cajasol, supuso a la vez, un punto final y una nueva línea de partida gracias a su actual propietario, Antonio Morera y Vallejo, presidente del Grupo empresarial Morera & Vallejo, en la historia del periódico El Correo de Andalucía, que recibió, a punto de celebrar 115 años de historia la efeméride se cumplirá el próximo 1 de febrero el máximo galardón que otorga anualmente la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS). Fue una distinción por unanimidad que tuvo como principales destinatarios a los trabajadores del decano de la prensa sevillana, toda vez que atrás queda un largo periodo de precariedad laboral que, el mes de noviembre pasado, puso a la cabecera ante el precipicio del cierre.
El premio se erige así en un respaldo al «ejemplo de lucha de su plantilla durante esos difíciles momentos, en los que adoptaron una actitud que les llevó a obtener el apoyo y la solidaridad de la profesión en particular y de la sociedad sevillana en general. Buena prueba de ello, que perdurará en la historia del decano y de la ciudad, fue la edición especial que sus trabajadores lanzaron el pasado 7 de noviembre tras días de huelga y paros. En ella reivindicaron el valor de la cabecera y de sus 115 años de historia. Una edición que se agotó a las pocas horas y en la que participó toda Sevilla solidarizándose con la familia de El Correo, cantera de buena parte de los periodistas de Sevilla y Andalucía», al decir ayer del presidente de la Asociación, Rafael Rodríguez. 
Fue el de ayer un acto de celebración en el que además se entregó el título de Socios de Honor de la entidad a la periodista María Jesús González y al fotógrafo Eduardo abad, en reconocimiento a su dilatada trayectoria profesional. También se respaldó con esta distinción a la Facultad de Comunicación con motivo de su 25º aniversario. Fue no obstante la presidenta del Comité de Empresa de El Correo, Iria Comesaña, la que enarboló el discurso más emocionante de todos al recordar los esfuerzos de la plantilla para rescatar al periódico del vacío al que se enfrentaba. Hemos atravesado un desierto de ERES, ERTES, despidos y bajadas de sueldo hasta vivir un abandono que nos abocaba al cierre», recordó. En todo aquel doloroso proceso, hoy felizmente superado, El Correo nunca se sintió solo y ayer quienes hacen el periódico tuvieron la oportunidad de dar las gracias por ello. Y reconocer así el abrazo de toda la sociedad sevillana en todos sus estamentos que entendió que «si los periodistas no podemos trabajar con garantías, es toda la sociedad la que pierde».
Comesaña incidió en que el objetivo de la plantilla no fue otro que el de hallar «un proyecto serio que nos permitiera seguir adelante». Y en ello, dijo, «es justo reconocer la valentía que Antonio Morera y Vallejo tuvo al ponerse al frente de este periódico en un momento tan crítico». En la admiración por el paso al frente dado por este empresario coincidieron igualmente el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; y la presidenta de la Junta, Susana Díaz. También lo hizo el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, todos ellos presentes en el acto organizado por la Asociación de la Prensa. Pulido subrayó la «abnegación y entrega que demostraron los trabajadores de El Correo, cuya batalla por la supervivencia del medio ha de quedar como un motivo de inspiración para todos». Fue por esto por lo que el máximo responsable de la entidad financiera comprendió que «aunque los periodistas no deben ser nunca la noticia, esta excepción es justa y necesaria» porque «de la salud del periodismo dependerá siempre la salud de la democracia», reflexión en la que abundaron todos los presentes. Luego, el presidente de la APS, Rafael Rodríguez, enarboló la «dignidad, honestidad y rebeldía» de la plantilla de este periódico para hallar un futuro y un plan que, «como el trazado por su nuevo propietario, antepone lo periodístico a lo puramente económico». El Correo tiene una larga vida por delante, un esperanzador brote verde en medio de un panorama desolador. Rodríguez recordó cómo Andalucía por detrás de Madrid es la que tiene más periodistas en paro y, en números, 11.151 profesionales han perdido el empleo entre 2008 y 2013, de ellos el 40% se quedó sin él el pasado año.
El alcalde, Juan Ignacio Zoido, arrancó su discurso recordando al fundador de El Correo, el cardenal Spínola porque, a su juicio, «la ilusión de su antiguo creador permitió mantener viva la llama de la esperanza hasta que Antonio Morera y Vallejo puso la rúbrica empresarial de viabilidad, un deseo expresado por toda Sevilla», dijo. Para el regidor, este periódico es «la ciudad hablándose a sí misma» y tras él hay una plantilla «de fe inquebrantable, un espejo de profesionales en el que poder mirarse». Palabras las de Zoido que fueron compartidas por la presidenta Susana Díaz, quién se refirió a los periodistas como a «obreros intelectuales de incalculable valor social». «Los profesionales de El Correo supieron que estaban defendido su dignidad y ellos y un empresario con coraje han hecho posible que este periódico siga cada mañana en los quioscos». Díaz además recogió el guante lanzado por el presidente la APS y prometió ahondar en el programa de alfabetización mediática de Andalucía y en la creación de una categoría laboral específica para los periodistas, proyectos ambos anclados en el Pacto por la Cultura. También se empeñó con el máximo interés en la próxima Ley de Transparencia, tan demandada por el sector, y aprovechó para evidenciar su respaldo «a ultranza» de la Radio Televisión Andaluza.
