La Policía sigue investigando la muerte de una mujer rusa de 42 años, cuyo cadáver apareció el miércoles con heridas de arma blanca en su domicilio de Almería aunque por el momento "es pronto para decir si es violencia de género", extremo que no descartó el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón.
La mujer, identificada como E.E., apareció sin vida en su vivienda de la calle Rodrigo Vivas Miras, en la capital almeriense, hasta donde se desplazaron efectivos policiales tras recibir una llamada en la sala del 091 de la Comisaría de Almería en torno a las 2,40 horas. Fue la propia compañera de piso de la fallecida la que alertó de lo sucedido a los agentes, que mantienen abiertas abiertas "todas las líneas de investigación posible", según dijeron desde la Subdelegación del Gobierno en Almería.
Una mujer de 42 años fue encontrada muerta ayer en su domicilio de Almería. El cadáver, que presentaba múltiples heridas de arma blanca por todo el cuerpo, fue descubierto por la compañera con la que compartía piso, y que enseguida alertó del suceso a la Policía.
La fallecida, identificada como E.E., era de nacionalidad rusa. Su compañera de piso telefoneó a la Policía Nacional sobre las 02.40 horas, según informó en una nota la Subdelegación del Gobierno en Almería. Hasta el domicilio se desplazaron servicios sanitarios y agentes policiales del turno de noche, quienes comprobaron que la mujer ya había fallecido por apuñalamiento. También acudieron a la vivienda miembros de la comisión judicial, Policía Científica y Unidad de Delincuencia Especial y Violenta.
Las mismas fuentes indicaron que se está realizando una "minuciosa" inspección técnico policial en el piso de la fallecida, ubicado en la calle Rodrigo Vivas Miras de la capital almeriense. Por ahora, "todas las líneas de investigación posible" permanecen abiertas, según fuentes del Gobierno. No se descarta que la mujer fuera víctima de un crimen ni que el suceso tuviera relación con la violencia de género.
Condena por machismo. También en Almería, la Audiencia Provincial acaba de confirmar la condena a seis meses de prisión para un hombre de 29 años que durante dos años de matrimonio infligió a su esposa vejaciones físicas y psíquicas que incluían amenazas con la hija de ambos, de corta edad.
Una vez que la mujer le hubo denunciado, el acusado le tendió "trampas" en internet para intentar "menoscabar y despreciar" su dignidad de cara al juicio. Al parecer, el ex marido, cuando ya se había señalado la celebración de la vista oral, se hizo pasar por una chica en un chat de internet para ganarse la confianza de su ex esposa y, con la "clara intención de preconstituir una prueba", trató de "sonsacarle para que dijera una inconveniencia" que pudiera usar en su contra durante el proceso. La víctima, sin embargo, rechazó la idea de "respaldar su denuncia con partes de lesiones ficticios o autoinflingidas" y "no sólo no se desdijo de las acusaciones contra su marido sino que relató de forma sustancialmente coincidente las vejaciones y malos tratos".
El fallo minimizó el hecho de que ella no hubiera denunciado a su pareja durante los años en los que se prolongó la relación, y concluyó que esto no es "incompatible con la apariencia ante terceros de un normal desenvolvimiento de la vida familiar", informa Europa Press.
El acusado, desde que se casó en 2005, hizo "gala de un carácter posesivo, celoso, autoritario y agresivo para con su esposa", lo que no tardó en convertirse "en disputas y golpes ocasionales, como empujones, o actos atentatorios" contra su "persona y dignidad" como insultos y expresiones como "mala madre, que no sabes cuidar a tus hijos, loca, que no sirves para nada, inútil, analfabeta, zorra, puta". El hombre, de nacionalidad marroquí, no podrá acercarse a su ex esposa, ni a su domicilio, trabajo o lugar frecuentado por ella a una distancia inferior a 200 metros durante los dos años en los que tampoco podrá contactar con ella.
