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El Dalai pide ayuda a EEUU y acusa a China de una represión encubierta

Un día después de amenazar con dimitir si los tibetanos recurrían a la violencia, el Dalai Lama reclamó ayer la mediación internacional para resolver la tensión en la zona. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 01:59 h.

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Un día después de amenazar con dimitir si los tibetanos recurrían a la violencia, el Dalai Lama reclamó ayer la mediación internacional para resolver la tensión en la zona y acusó a China de hacer detenciones indiscriminadas de tibetanos en represalia por los últimos altercados en la zona.

Los gobiernos de China y el exilio tibetano continuaron su cruce de acusaciones sobre la violencia de los últimos días en el Tíbet y varias provincias chinas. La agencia oficial Xinhua anunció que 105 tibetanos se han entregado a la justicia durante los registros ejecutados en la capital tibetana una vez rebasado el lunes el ultimátum dado por el gobierno de Pekín para que quienes participaron en los disturbios se entregaran.

La agencia china aseguró que todos los "rendidos" admitieron su participación los altercados y lamentaron haber sido "contagiados" por la enfurecida masa, una versión que la Administración Central Tibetana -el gobierno en el exilio en la ciudad india de Dharamsala- calificó de "detenciones arbitrarias casa por casa" efectuadas sin ninguna prueba y con la única base de fotos e imágenes captadas en los disturbios por las cámaras de seguridad instaladas en la capital.

"Un clima terrible". El Dalai Lama reiteró que el uso de la violencia por parte de los manifestantes es "equivocado y contraproducente" y reclamó una investigación independiente sobre el terreno que esclarezca los "motivos reales de la tensión para evitar que se reproduzcan" los incidentes, por lo que ha enviado una carta en la que pide a la India y a los Estados Unidos ayuda para "enfriar este clima terrible".

La situación para los tibetanos que permanecen en China es, según el Dalai Lama, "terrible": "Casi todas las familias de los años 50 ó 60 han sufrido la pérdida de un pariente, 30.000 tibetanos han partido al exilio", subrayó el líder tibetano, quien abundó en que la actitud no violenta de los tibetanos les ha granjeado "el apoyo de los chinos más instruidos". El Dalai Lama sostiene que "cualquier controversia se resolvería en pocas horas si los chinos fueran realistas".

Además, denunció que recibe "continuamente informaciones según las cuales muchos tibetanos heridos [en los disturbios con la policía china] no reciben asistencia en los hospitales".

"Sucedió lo mismo -recordó- tras las manifestaciones de 1987 y 1988. Algunos comportamientos contra nuestra gente marcaron a quienes hoy tienen 40, 50 ó 60 años; ahora hay una nueva generación a la que se trata de la misma forma y se rebela: ¿Cómo se puede poner fin a este ciclo"?, dijo el Dalai Lama, según el diario italiano La Repubblica.

Mientras, el régimen comunista no deja de asegurar que la región tibetana recupera poco a poco la normalidad tras las revueltas que arrasaron Lhasa.

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