Local

El desvío del cauce del Tamarguillo obliga a hacer nueve puentes

Después de tres años de papeleo, el proyecto para el nuevo encauzamiento del arroyo Tamarguillo, en la zona norte de Sevilla, ya tiene la declaración de impacto ambiental favorable del Ministerio de Medio Ambiente. El proyecto incluye la construcción de 9 puentes.

el 14 sep 2009 / 20:51 h.

TAGS:

Después de tres años de papeleo, el proyecto para el nuevo encauzamiento del arroyo Tamarguillo, en la zona norte de Sevilla, ya tiene la declaración de impacto ambiental favorable del Ministerio de Medio Ambiente. El proyecto incluye, además de la expropiación de huertas, la construcción de 9 puentes.

Dos de estos pasos elevados serán para las vías del tren (en un caso para el AVE) y los siete restantes para que el arroyo -que se construirá paralelo al actual, pero más al norte- salve carreteras. En concreto, la SE-106 y 107 (valle inferior del Guadalquivir), la SE-112, la SE-111 (Los Rosales), el nuevo acceso norte La Rinconada-San Jernónimo, la C-433 (La Rinconada) y la A-4319, según explicó ayer Luis Errazquin, director del proyecto de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

La nueva canalización del arroyo, de 10.450 metros de longitud, cruza de este a oeste por el norte del casco urbano de Sevilla. Arranca en el actual cauce del arroyo Ranillas, paralelo a las pistas del aeropuerto de San Pablo, y termina en el Guadalquivir, a la altura del paraje de la Playa o Isla de Tercia. Así, el nuevo cauce irá paralelo al de ahora, pero al norte. El objetivo de esta actuación (la de mayor calado de las 14 puestas en marcha por el Ayuntamiento y la CHG) es evitar inundaciones, integrar esta zona a la ciudad y construir un parque metropolitano en la zona de dominio público hidráulico (donde está ahora el canal). Será un corredor verde entre el Parque del Alamillo, la Isla de Tercia y el Parque de San Jerónimo.

Expropiación.

Sólo la construcción del nuevo cauce del arroyo Tamarguillo, que incluye los nueve pasos elevados, supondrá una inversión de 65 millones de euros, a los que hay que sumar otros 20 para la expropiación de terrenos. Y es que el proyecto afecta a numerosas huertas y viveros, de ahí que sus propietarios sean los que más alegaciones han presentado al proyecto y a la declaración de impacto ambiental. Desde la aprobación del PGOU hispalense, de hecho, estos vecinos se constituyeron en plataforma para defender las últimas huertas que quedan en Sevilla.

Restos arqueológicos.

La declaración de impacto ambiental favorable del Ministerio fue publicada el pasado día 28 en el BOE, donde se señala que la CHG tendrá que realizar prospecciones arqueológicas "superficiales" en todo el suelo afectado por el proyecto y una más detallada del yacimiento romano del Cortijo del Francés. Además, se pondrá en marcha un programa de vigilancia ambiental para proteger la fauna y la vegetación afectada.

Según Errazquin, una vez que el Ministerio de Medio Ambiente ha dado el visto bueno al proyecto, éste se terminará en dos o tres meses y, en cuanto se consignen las partidas presupuestas oportunas, arrancará el proceso de expropiación. Para que estos suelos sean públicos se necesitará, como mínimo, seis meses.

Con todo, los responsables de la Confederación estiman que las obras del nuevo encauzamiento del arroyo Tamarguillo podrían empezar a finales del próximo año, una vez realizados los estudios arqueológicos.

"Lo primero que se hará será construir los nueve puentes", apuntó Errazquin, quien añadió que algunas de las expropiaciones (aún no definidas) serán definitivas y otras, temporales, sobre todo las que afectan al camino de servicio para la obra.

  • 1