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El difícil reto de los jóvenes científicos sevillanos

Tres equipos de la ciudad, que ven su profesión “especialmente difícil en España”, reciben el galardón cicCartuja 2010 al investigador joven.

el 26 jun 2011 / 18:43 h.

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Cada mañana hay personas se levantan en esta ciudad con una inquietud muy concreta en sus mentes: averiguar eso que todavía no se conoce, desvelar el dato que aclare al fin la cuestión, esclarecer ese detalle profundo de la naturaleza que aún se nos escapa. Son los investigadores, actualmente más de 3.500 hombres y mujeres sólo en el sector público de Sevilla, dedicados a tiempo completo a una tarea que les apasiona. Desgraciadamente, según cuentan, a día de hoy es complicado vivir de ello en nuestro país.

Pese a las dificultades -muchos terminan en otros países en busca de financiación para sus estudios-, y al largo camino que precisa la carrera de todo investigador, los esfuerzos realizados suelen verse recompensados por el éxito, ya sea en forma de patente, hallazgo científico o ensayo publicado en alguna revista de prestigio. En realidad, a los investigadores no les queda otro camino, pues la obtención de fondos para sus proyectos, tanto públicos como privados, depende directamente de la continua obtención de estos logros, especialmente cuando son jóvenes.

Para este grupo en concreto, los investigadores que están iniciando su carrera, desde luego un buen trampolín es la concesión de un premio. Siempre suponen prestigio y un respaldo al trabajo realizado, pero también -y casi es lo más importante- dotaciones para futuros proyectos. Es precisamente el caso de tres equipos de científicos jóvenes residentes en Sevilla, que debido a la relevancia internacional de sus estudios, recientemente han obtenido un galardón: el premio de investigación cicCartuja 2010 .

Con este galardón, el cicCartuja -Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja- una institución pública sin ánimo de lucro creada conjuntamente por el CSIC , la Universidad de Sevilla y la Junta de Andalucía con el objetivo de crear conocimiento, reconoció la labor realizada por sus investigadores más jóvenes. Así pues, cada premiado procede de uno de los tres institutos que se integran en el cicCartuja: el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis (IBVF), el Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (ICMS) y el Instituto de Investigaciones Químicas (IIQ).

No son los únicos centros de investigación de este tipo con los que cuenta Sevilla. Por el contrario, la presencia de estas entidades ha crecido en los últimos años, siempre de la mano del CSIC y las universidades -tanto Hispalense como Pablo de Olavide -, y con la participación de la Junta de Andalucía. Junto a los tres centros de investigación integrados en el cicCartuja, el CSIC tiene en Sevilla hasta 11 institutos más (tanto dirigidos en exclusiva como en colaboración con las universidades), siendo la provincia con más entidades de este tipo de Andalucía. La comunidad autónoma, con un total de 24 centros, ocupa el segundo puesto a nivel nacional en este ranking, sólo después de Madrid. Y a estos centros hay que sumar los propios de las universidades. Todo ello sin contar a las empresas privadas.

Tal y como explica María Ángeles Bermúdez, investigadora del IBVF y ganadora del premio cicCartuja 2010, la presencia de estos centros marca en gran medida la actividad investigadora de la provincia en la que estén. Cada uno se dedica a un campo científico en particular, y está dotado con el instrumental más avanzado para ello. Por ese motivo, "tanto profesores universitarios como científicos del CSIC e investigadores en diversas situaciones laborales llevan a cabo en ellos sus principales proyectos", explica la joven científica.

De esta forma, en función de sus centros de investigación, cada provincia se especializa en áreas diferentes. En el caso de Sevilla, la biología, bioquímica y biomedicina (células madre, medicina regenerativa, etc...), ocupan un papel destacado. Junto a los centros del cicCartuja, otros como el Cabimer (Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa) -mixto del CSIC, la Junta y ambas universidades (US y UPO)-, o el CABD (Centro Andaluz de Biología del Desarrollo) de la Olavide y el CSIC, realizan investigación al más alto nivel en este sentido.

En todos estos centros públicos trabajan a diario miles de investigadores, aunque en situaciones laborales muy diversas: becas, personal en formación, contratos posdoctorales públicos y privados, etc... Todas ellas constituyen un reto constante. Tal y como expresa Mari Ángeles Bermúdez: "Lo normal es emigrar a otros países, porque hay mayor posibilidad de conseguir financiación. También puedes presentarte a oposiciones de investigador, si es que salen".

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