Manuel Ruiz de Lopera se mueve bien en los entresijos de las negociaciones. El máximo accionista ha ordenado de nuevo a sus colaboradores que tanteen a otros entrenadores para meter presión a Francisco Chaparro, quien no tiene claro por el momento dar el sí a lo que el club le ha propuesto.
El Real Betis Balompié ha vuelto a remover el mercado de entrenadores por si Francisco Chaparro no acepta las condiciones que tiene previsto presentarle el señor Lopera en la próxima reunión que mantendrán cara a cara. Con el trianero existe un acuerdo económico que se fijó después de que Unai Emery le indicara al propio Lopera que tenía otras ofertas además de la del Betis.
Mientras el vasco camina con paso seguro hacia el Valencia, el máximo accionista del Betis se apresuró a acordar con Chaparro un contrato de un año con opción a otro a razón de 500.000 euros netos por año, además de una serie de primas por objetivos, en las que Chaparro no quiso que se incluyera el de la permanencia.
Pero si hay pacto en lo económico, no lo hay en otros asuntos que son vitales para el trianero.
El hecho es que desde finales de la semana pasada y también en el día de ayer el Betis ha vuelto a sondear el mercado de entrenadores en busca de una posible alternativa a Chaparro. Incluso el programa El Descuento de Localia TV informó que se habían reactivado los contactos con el entorno de Marcelino, algo que fue tajantemente negado a este diario por fuentes verdiblancas y del propio técnico asturiano.
Eso sí, sí está plenamente confirmado que el Betis ha vuelto a preguntar por otros entrenadores en una clásica maniobra de Lopera, aunque conviene aclarar que no tiene demasiadas alternativas de prestigio que puedan convencer a la afición, por lo que en principio parece condenado a entenderse con Chaparro. Claro que...
¿Tragará Chaparro? En estos momentos, todo indica que Chaparro renovará por el Betis, pero hay una cuestión que debe quedar muy clara. Las condiciones las pone Lopera y por ese aro han entrado técnicos del prestigio de Serra, Irureta o Cúper. Así que ahora todo depende del grado de tragaderas del trianero, pues en lo económico hay acuerdo. Y ojo que Chaparro es de los duros, pero entrenar al Betis es un caremelo muy apetecible.
