Tras la supervisión científica acordada con el Ministerio de Medio Ambiente , los trabajos del dragado anual o de mantenimiento del Guadalquivir se reanudaron la pasada semana . El barco draga Gefion pasó ya por zonas como Sanlúcar y hoy estará en la Puebla. Los resultados de esta limpieza del río -que cuesta 2,33 millones de euros-y la del próximo año serán claves para que el Ministerio dé el visto bueno al polémico dragado de profundización que pide el Puerto de Sevilla -con un presupuesto de más de 30 millones- para ganarle dos metros de profundidad al canal de navegación y así posibilitar que entren barcos más grandes. Pero lo cierto es que dicho dragado es cinco veces mayor al que se realiza todos los veranos, de ahí la importancia de analizar lo que sucede a pequeña escala en la flora y fauna del río cuando se mueven gran cantidad de lodos.
Pero, ¿cómo se draga?, ¿cuánto y dónde? El dragado de mantenimiento -que sí respaldan los científicos- se realiza de julio a octubre para eliminar una capa de 30 a 40 centímetros de lodos y sedimentos que suele acumularse en el fondo del río. Por contra, el dragado de profundización, que rechazan por ahora los expertos , ecologistas , arroceros y algunos municipios , supone la retirada de arena y fango de entre 1,10 y 1,50 metros. Aunque el Puerto asegura que en algunos tramos del canal de navegación no se actuará por ser el calado natural superior a 8,5 metros en bajamar . Un ejemplo de estos tramos es la zona de Doñana.
Con el dragado de mantenimiento se extraen de 500.000 a 2 millones de metros cúbicos de lodos del fondo del río, frente a los 9 o 10 millones que movería el dragado de profundización. Cinco veces más.
Según la Autoridad Portuaria, cada año se suelen limpiar, al menos, tres puntos: de Salinas a Punta del Malandar (donde más depósitos se acumulan, enfrente de Doñana), de El Puntal a La Esparraguera, así como en Tarfia, ambos enclaves en Sevilla. Los tramos de Coria y Puebla del Río y la entrada a la nueva esclusa también suele tratarse. Lo que no se limpia es el fondo desde Sevilla a la presa de Alcalá del Río, porque no es navegable.
En el caso del dragado de profundización, la actuación se circunscribe a una banda de 80 metros que no es continua en los últimos 85 kilómetros de la vía navegable. Entre las actuaciones previstas en la Declaración de Impacto Ambiental están la reposición, reparación y habilitación de protecciones de márgenes en diferentes secciones del río -los primeros tramos con carácter de pruebas piloto se construyeron en 2006 y 2008- y para la acomodación de los sedimentos extraídos se requiere el inventario de la flora y fauna existente, comportamiento edafológico, usos actuales y el impacto paisajístico.
Por contra, en las tareas anuales de mantenimiento no se actúa sobre las márgenes, según el Puerto, por lo que no se produce deterioro, modificación ni eliminación de flora y fauna. Las tareas se realizan desde barcos a flote y el traslado de arena y fangos a tierra mediante tuberías metálicas estancas flotantes.
La retirada de lodos se hace con barcos draga, enormes aspiradoras flotantes que se orientan y actúan con sistemas de radares y sensores láser que aseguran una intervención "sin afecciones colaterales", según los técnicos.
El origen de los lodos que se acumulan es variado, si bien la mayor parte se generan por el desembalse de los pantanos y por la erosión de las márgenes. Estos sedimentos no contaminan.
VERTIDO DE LODOS FRENTE A LA COSTA DE CHIPIONA
La zona propuesta para verter los lodos del dragado de profundización es una parcela de fondo blando frente a la costa de Chipiona. Los muestreos detectaron la existencia de material fino vertido en esa zona, con lo que el nuevo vertido se incorporaría a la dinámica ya existente en el litoral, a la vez que favorecería el aporte de materiales arenosos a las playas al sur de Chipiona, según el Puerto.
REUTILIZACIÓN
Lo que se extrae del fondo se reutiliza en parte, según el Puerto, para el enriquecimiento de suelos de cultivo (aportan nutrientes y mejoran el drenaje del sustrato), para regenerar playas próximas, crear hábitats naturales o para usos portuarios.
