El edificio de viviendas ocupado el jueves por cinco familias en el número 158 de la calle Feria no pertenecía a Bankia, tal y como señalaron los portavoces del movimiento 15-M que se sumaron a la protesta, apoyando las reivindicaciones de estas familias "con problemas de vivienda". Así lo manifestó ayer un portavoz de la sociedad que se declaró propietaria de este inmueble, Inversiones Plaza Nueva 9 SL, asegurando encontrarse al corriente de todos los pagos comprometidos hasta ahora con la entidad bancaria.
El administrador de la sociedad, Antonio Bayas, explicó que aunque la idea inicial que manejaba la empresa era ofertar en el mercado la venta de las cinco viviendas de este inmueble, la paralización del negocio así como- la falta de compradores para los pisos, les había llevado a replantear el proyecto primitivo. De hecho, y según advirtió, hasta el miércoles de esta misma semana han estado trabajando en su interior un grupo de albañiles, con objeto de remodelar las instalaciones para que fueran reconvertidas en un hostal.
El propio administrador mostró ayer su rechazo a esta ocupación del edificio, aunque especialmente quiso dejar bastante claro que el inmueble pertenece a la sociedad que representa y no a Bankia, como señalaron los portavoces del movimiento reivindicativo. Así, argumentó que se encuentran al corriente de los pagos con Bankia, con Hacienda y que disponen de "todos sus documentos presentados en el registro y sus cuentas anuales", además de contar con fondos propios "bastantes saneados", por lo que, frente a los rumores que han ido surgiendo, "de quiebra poco".
De igual modo, desde la sociedad se manifestó que el mismo jueves se interpuso una denuncia contra la ocupación, un procedimiento al que se sumó en el día de ayer la constructora que lleva a cabo la remodelación del inmueble, pues contaba en el interior del edificio con "innumerable material" de trabajo para acometer estas obras. "El edificio fue ocupado este jueves y no está abandonado ni mucho menos, sino que se están llevando a cabo distintas obras de remodelación con el objetivo de darle salida y convertirlo en un hostal, con la consiguiente creación de empleo que procuraría", agregó Bayas.
Finalmente advirtió que esta ocupación para "salvar" a las cinco familias que se mantienen en su interior puede acabar por provocar un "grave daño, tanto a las personas que están trabajando en su rehabilitación como para la constructora y tambíen para la propia sociedad propietaria a la que se le ha causado un gran daño al acusarla de una quiebra totalmente inexistente", señaló.
De momento, y a la espera de que las autoridades judiciales puedan darle la razón frente a esta ocupación, la sociedad mantendrá paralizados los trabajos de rehabilitación del inmueble, que finalmente se destinará a un hotelero y no a acoger vivienda como se pretendía inicialmente. Un hostal como el que el administrador aseguró que buscaban "apostar por seguir generando empleo y riqueza en la ciudad".
