La conferencia impartida ayer en Sevilla por el presidente de Abertis y del Círculo de Economía, Salvador Alemany, ejemplificó cuál debe ser la actitud de los empresarios en esta etapa de grave crisis económica que vive el país. Alemany se alejó de cualquier atisbo catastrofista y tuvo buen cuidado en no alinearse con visiones maniqueas y reflexiones tópicas sobre qué se puede hacer para salir del atolladero.
Por el contrario, esbozó un discurso muy bien estructurado que pivotaba sobre tres pilares: la apuesta por un sistema financiero más transparente que permita volver a la normalidad, el redimensionamiento de las empresas para hacerlas más competitivas (si es necesario, con fusiones) y, por último, el planteamiento de una reforma laboral basada en el consenso. Todo ello con una dosis de sentido común y racionalidad que a veces se echa de menos en un debate público cargado de mensajes confusos y tremendistas.
