Después de solventar la maraña burocrática durante la madrugada del lunes al martes, el Sevilla dio a primera hora de la mañana de ayer oficialidad al fichaje de Alexandro Mendonça Dos Santos, Cicinho, que se ha comprometido por cuatro temporadas y por el que el club nervionense ha pagado dos millones de euros. La mitad de ese montante será para el Palmeiras, el club de procedencia, y la otra mitad para el Oeste, que se reservó la mitad de los derechos del lateral cuando lo traspasó al conjunto verdao.
Poco después de estampar su firma, el brasileño se desplazó junto al director deportivo Monchi a la concentración del equipo en el complejo turístico de Costa Ballena. Allí fue recibido por Martagón y al poco de llegar se incorporó al entrenamiento matinal en la playa. Ya por la tarde se le pudo ver tocar balón sobre el césped del campo de entrenamiento que ha venido utilizando el equipo en la playa roteña.
En principio, Cicinho podría jugar hoy sus primeros minutos como sevillista en el amistoso que el equipo disputará en Córdoba. Sea como fuere, será presentado oficialmente como jugador del Sevilla al final de esta semana.
Con esta incorporación, -la sexta tras Javi Hervás, Diego López, Hedwiges Maduro, Bryan Rabello y Geoffrey Kondogbia- Míchel ve satisfecha su intención de reforzar el lateral derecho, que contará con Cicinho y Coke como principales alternativas, aunque durante la pretemporada el técnico madrileño ha probado en numerosas ocasiones con el lebrijano Juan Cala en el flanco derecho de la retaguardia. Sea como sea, a Monchi le queda muy poco para dejar la plantilla completamente cerrada.
El vacío de Alves. El lateral derecho, se convirtió de un año para otro en un gran problema. Exactamente, desde el mismo momento en el que Daniel Alves se marchó al Barcelona. Desde su salida, el Sevilla ha fichado ya a seis hombres y ninguno se ha asemejado al hoy azulgrana.
El primero en llegar fue Abdoulay Konko. Procedente del Genoa costó ocho millones de euros en el verano de 2008 y acabó disputando 67 partidos antes de volver al conjunto italiano en el invierno de 2011. El siguiente, en 2009, fue Sergio Sánchez, que costó unos cuatro ‘kilos' y aunque en principio llegó como lateral, lo cierto es que jugó más veces en el centro de la zaga. El catalán sufrió una dolencia de corazón que le apartó un tiempo de los terrenos de juego. Finalmente jugó 25 partidos y dos años después se marchó al Málaga.
En el verano de 2010 llegó Marius Stankevicius cedido de la Sampdoria, jugó 20 partidos y regresó al conjunto genovés al término de la campaña. En 2011 el turno fue para Mouhamadou Dabo. Llegó libre del Saint-Etienne, jugó 37 partidos y un año después fue traspasado al Lyon. En ese mismo verano llegó Martín Cáceres, cedido del Barcelona. Aunque venía para ser central, jugó muchos partidos de lateral y, de hecho, ha sido hasta el momento el sustituto más fiable. En el verano de 2011 se hizo efectiva la opción de compra de tres millones de euros para en enero de 2012 marcharse a la Juventus de Turín después de haber jugado 55 encuentros.
El penúltimo en llegar fue Coke Andújar, procedente del Rayo Vallecano y por el que se pagaron 1,7 millones de euros. Al madrileño le costó adaptarse a la máxima categoría y jugó en su contra el hecho de quedarse como único lateral tras la marcha de Cáceres. Disputó 32 partidos en su primera temporada.
Ahora, el Sevilla ha abonado dos millones por Cicinho. Por primera vez, apuesta por otro brasileño como posible sucesor del casi inigualable Daniel Alves. Casi 20 millones de euros y cinco temporadas después, la dirección deportiva nervionense sigue buscando a un lateral derecho que funcione. Quizás ese sea Cicinho.
