Manolo Jiménez habló ayer por primera vez desde que lo hiciera en Getafe, donde vio "falta de actitud" e "implicación" en sus jugadores. Lejos de dar pie a un nuevo capítulo de tensión y con un especial ánimo de serenar las aguas, el técnico matizó sus palabras, afirmando que la implicación es total.
La situación del Sevilla en la Liga y las declaraciones posteriores al partido del Coliseum han sido objeto de intensos debates. Ayer, en la vuelta a los entrenamientos tras dos días de descanso, el de Arahal se reunió con sus jugadores a título colectivo e individual. Charló con Luis Fabiano, Renato, Adriano, Daniel... El lateral, además, habló cuando el técnico se dirigió al grupo. En definitiva, más reuniones tras la que Jiménez mantuvo el lunes con Del Nido y Monchi, previa a la reunión en la que el consejo le respaldó. Ahora, toca hacer amigos.
Jiménez asegura que no mantiene ningún tipo de enfrentamiento con la plantilla, sino todo lo contrario. "Lo que dije en Getafe es que no hubo la misma implicación que ante el Barcelona, y si se entendió otra cosa, rectifico. También es verdad que tras una derrota así sales acalorado. Hay implicación y el equipo tiene actitud. Los jugadores responden, y lo que pasa es que a veces fallan. Lo que el equipo necesita son dos buenos resultados para volver a ser el que era a principios de temporada. Desgraciadamente sólo hemos ganado fuera de casa al Levante, pero entrenando con esta intensidad estoy convencido de que eso tiene que llegar", explica, dejando caer esa frase referente al comienzo de campaña, con Juande al frente y con resultados... no muy buenos.
Preguntado acerca de si se siente respaldado por el club, en ningún momento responde afirmativamente, aunque recuerda la confianza depositada en él: "No es que me hayan dicho te respaldamos, pero hacerme firmar lo que no han hecho firmar a otros entrenadores, dos años... Lo importante es que el equipo está conmigo y yo con el equipo".
En este sentido, habla de la reunión que mantuvo con el presidente y el director deportivo: "Las tenemos cada poco tiempo. Allí, simplemente, estábamos tres profesionales del Sevilla preocupados porque el equipo está noveno, algo que no entraba dentro de las cuentas a principio de temporada. Y hay que intentar sacarlo de ahí". "Sé lo que estoy trabajando, sabía en qué situación llegaba al equipo y, por lo tanto, balones fuera ni uno, sino al pie y en cortito. Me siento con muchas ganas de devolver al equipo al lugar en el que ha estado. Presionado estaré siempre que no se gane, aunque vayamos primeros. No vamos a bajar los brazos, lo que tenga que llegar, llegará", añade.
Respecto a los posibles efectos que han podido tener sus últimas palabras en el plantel, Jiménez no duda en asegurar que es positivo. "Se ha entrenado de forma impresionante. Me he asustado incluso y he tenido que parar", decía con ánimo de destacar la entrega de sus futbolistas.
También abordó otros asuntos. Por ejemplo, el de los fichajes en el mercado invernal. "Soy el primero que quiere futbolistas que refuercen la plantilla que hay ahora mismo, pero esos futbolistas, en plena temporada, están cogidos por los mejores equipos", dice, sin querer referirse a la decisión del club de no mover ficha. Pese a todo, dice que "hay posibilidades" de acabar entre los cuatro primeros. "¿Por qué no?".
Finalmente, eludió referirse a la designación de Iturralde para el encuentro con Osasuna: "No voy a calentar ni decir nada. Que cada uno actúe como quiera. Arbitrar es lo más complicado".
