El turismo dejó en la Semana Santa de 2009 casi ocho millones de euros en la provincia de Huelva, otros tantos en la de Cádiz y más diez en la de Málaga. Euro arriba, euro abajo, casi 20 millones en hoteles, restaurantes, museos, ocio... El atractivo, procesiones aparte, estaba en la costa. Por eso ahora, con el litoral levantado, las playas sin arena y los paseos marítimos borrados por el temporal, toca proteger una fuente de ingresos siempre esencial, y más en plena crisis.
De ahí que ayer la consejera de Agricultura, Clara Aguilera, durante su visita a Huelva, anunciase que el Gobierno central va a invertir ya, de urgencia, 80 millones de euros para "acondicionar y limpiar" la costa andaluza, y muy especialmente, la de estas tres provincias, las más afectadas por la lluvia y el oleaje. "La situación es bastante solucionable", añadió la consejera, pero tiene que trabajarse desde "ya" para, en un sprint intenso, llegar decentemente a la semana de vacaciones. "Pondremos todo el empeño para que todo esté listo y el turismo no se vea afectado, hay que garantizar el disfrute y que no haya problemas", señaló.
Su compañero, el consejero de Turismo, Luciano Alonso, reforzó este mensaje de esperanza ante la Semana Santa. Desde una feria del sector en Berlín, dijo que los trabajos "inmediatos" buscarán que "se pueda decir que en las playas de Andalucía se pueden vivir las mejores experiencias posibles". Las campañas para atraer visitantes se van a reforzar tanto en Huelva como en Cádiz, pero el tiempo apremia (estamos a 17 días del Domingo de Ramos). Por eso, esta misma mañana comenzarán las reparaciones en las playas de Matalascañas (Almonte, Huelva), donde con dos millones de euros se remozará el paseo marítimo y donde hacen falta 150 metros cúbicos de arena. Las reparaciones seguirán en Mazagón (donde se ha roto hasta el colector y hay vertidos de aguas fecales al mar), en Ayamonte (donde hay que reponer las pasarelas de acceso), en Bonares, Isla Cristina, Punta Umbría (todos ellos con falta de arena)...
Esos 80 millones son parte del apoyo del Ejecutivo central, que el martes se comprometió a hacerse cargo del 50% de todos los gastos que el temporal ha causado en Andalucía. Aún no hay datos oficiales de daños -que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, cifró "sin duda" en más de mil millones-, pero ayer la Consejería de Presidencia avanzó que se han perdido 205 millones de euros sólo en infraestructuras de titularidad autonómica. "Es evidente que la reparación de los daños va a costar mucho dinero, lo que obligará a destinar los recursos que hay para resolver estos problemas de manera prioritaria", sostuvo el consejero, Antonio Ávila.
Pese al negro recuento, la normalidad comienza a asentarse en la comunidad. San Roque (Cádiz) votó su declaración como zona catastrófica, tras recontar casi 200 casas dañadas, y en la Alpujarra granadina se arreglan acequias y caminos rurales; en toda la provincia se han sumado al decreto de emergencias del Gobierno 109 municipios. A la altura de Diezma, donde el martes se hundió una ladera provocando el corte de la A-92, ya se trabaja para despejar la vía y retirar el lodo y las piedras que, por la fuerza de la acumulación de aguas de un manantial cercano, acabó colapsando la carretera. Se prevé que el reforzamiento del talud para evitar más daños y la limpieza total de la zona permita restablecer el tráfico en dos semanas. "No vamos a poner en riesgo absolutamente a nadie por abrir cinco horas antes o cinco horas después", dijo la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar. El otro tramo granadino de la A-92 afectado por el temporal, en Jun, donde se produjo un socavón la pasada semana, ya cuenta desde ayer con un muro de pantalla en la mediana para que no haya incidentes con el tráfico que pasa en sentido contrario. Arreglarlo todo costará, recordó la consejera, casi siete millones.
