La Universidad Complutense de Madrid acaba de concluir una investigación sobre la concentración de estudiantes inmigrantes en la escuela andaluza y el efecto que esto tiene en la elección de un centro. El informe, financiado por el Centro de Estudios Andaluces , concluye que "un tercio de los padres andaluces piensa que cuando son muchos inmigrantes entorpecen el avance de la clase, sobre todo, porque tienen que aprender español, pero también porque dañan la disciplina de los centros".
Sin embargo, tras entrevistar a 43 directores de colegios, 102 madres andaluzas y 40 extranjeras, los investigadores han sacado en claro que el hecho de que haya muchos inmigrantes en un colegio no ha influido en otros padres a la hora de elegir escuela. Reconocen ciertas "actitudes racistas latentes", pero en el trabajo de campo, en colegios de El Ejido (Almería) y Fuengirola (Málaga) con mayoría extranjera, no han reconocido un rechazo a priori del alumnado foráneo. "Los inmigrantes se concentran en los barrios más pobres, crean comunidades o guetos y acceden a los colegios más viejos. Si los nativos rechazan esas escuelas es porque no ofrecen los recursos educativos que quieren para sus hijos, y no porque haya niños de otros países", explicó ayer Claudia Córdoba, una de las autoras del informe. La huida de los centros con extranjeros es "excepcional", y la protagonizan tanto familias andaluzas como inmigrantes.
No obstante, el informe también culpa a la Administración educativa del "desequilibrio" que existe en el reparto de inmigrantes entre colegios públicos y centros privados concertados. En Andalucía, hay doce veces más extranjeros en escuelas públicas, según datos de la Consejería de Educación, aunque los investigadores creen que no es toda la red pública la que se ve afectada, sino "sólo unos pocos colegios en determinados barrios". El catedrático de Sociología de la Complutense, Julio Carabaña, que ha coordinado el estudio, explicó ayer que "sólo un 1% de los alumnos nativos estudia en colegios donde los inmigrantes son más del 30%".
Sobre el mal reparto de estos estudiantes, admitió que "las escuelas privadas se las arreglan para no tener alumnos inmigrantes", pero sobre todo responsabilizó al proceso de escolarización andaluz. "Los alumnos que llegan tarde, con el curso empezado, que suelen ser siempre inmigrantes, llegan cuando sólo quedan plazas en centros públicos". A pesar de todo, Carabaña no defendió que los colegios con más extranjeros deban tener más recursos que el resto: "La inmigración no es una categoría educativa. El hecho de que haya más alumnos extranjeros en un colegio no justifica que deba recibir más recursos que cualquier otra escuela".
