La Fundación DeSevilla incurrió en irregularidades contables, algo de lo que estaban al tanto los miembros del patronato, aunque ni eran generalizadas ni existía el ánimo de desviar ayudas a fines diferentes a los proyectos previstos. Tal afirmación la formuló ayer el que fuera gerente de la sociedad entre 2007 y 2011, Miguel López Adán, que declaró ante el juzgado de Instrucción número 16, que investiga la gestión de la entidad tras la denuncia presentada en noviembre por el actual Gobierno local. López Adán admitió las irregularidades, aunque argumentó que eran incidencias motivadas por retrasos en el pago del Consistorio que nunca entregaba subvenciones en su fecha. Además, apunta al que fuera vicepresidente de DeSevilla y edil de IU, Carlos Vázquez, como el que impulsaba las funciones del patronato y estaba al corriente de todo. Esas manifestión e informes que también apuntaban a su posible participaron motivaron que el fiscal pidiera su comparecencia como imputado, a la que se sumó también la acusación particular.
El origen de estas pesquisas judiciales se produce después de que el PP, a través del patronato de la fundación en proceso de liquidación llevara ante la Justicia a los anteriores patronos por presuntos delitos de apropiación indebida, malversación de caudales públicos o fraude, durante los años 2007 y 2011. En su denuncia, citó a la plana mayor del anterior Gobierno y apuntó al posible desvío de cerca de un millón de euros de ayudas a fines diferentes a los previstos y contrataciones a dedo en favor de militantes del PCA. Esos extremos fueron negados por López Adán, que recalcó que no se produjeron desviaciones de dinero. Es más, indica que eran los retrasos del Consistorio los causantes de que se presentaran facturas con fechas que no se correspondían con el plazo de ejecución de la subvención o no se habían pagado.
Esa situación fue la causante, a su juicio, de la falta de control interno de las cuentas, que derivaron incluso en un problema de liquidez. Así, indicó que Vázquez -actual secretario del PCA provincial- llegó a ingresar en metálico 34.000 euros de fondos privados en la fundación para salvar un proyecto de alojamiento y becas a estudiantes saharauis que estaba en peligro por los retrasos del Consistorio.
Carlos Vázquez, actual secretario provincial del PCA en Sevilla.
En ese sentido, aclaró que, una vez se abonó la subvención, tal cantidad fue retirada y entregada al propio Vázquez en una operación que no es normal, pero estaba contabilizada.
Sobre la selección de personal, señala que se hacía según su correcto parecer, ya que tenía atribuciones para ello hasta que endiciembre de 2009 se adoptó un sistema de concurso público con un manual facilitado por la fundación pero que no se ajustaba al derecho administrativo.
López Adán también negó que se borraran datos contables del ordenador el día en el que dejó su cargo como gerente en 2011, con el cambio de gobierno municipal. Aunque el informe policial indica que se borraron casi 25.000 elementos del ordenador, defendió que lo que se borró eran residuos de archivos temporales y no datos de la contabilidad.
