David Valenzuela (EFE)
El diestro David Fandila, conocido como El Fandi, es desde el viernes el nuevo embajador del toreo en Estados Unidos gracias a la presentación de 'The Matador', una película que repasa la trayectoria profesional de este torero granadino.
'The Matador', que llega a las salas de Nueva York y que, a lo largo de noviembre, lo hará a otros veinte mercados de EEUU, es el resultado de más de cuatro años de trabajo entre El Fandi y los directores Stephen Higgins y Nina Gilden Seavey, quienes juntos se plantearon el reto de abrir caminos al mundo del toreo. "Se trata de abrir fronteras poco a poco. Hay que intentar que, en lugares que no son como España, la gente tenga una cultura taurina un poco más amplia, que la disfruten, y así podremos conseguir grandes aficionados", dijo El Fandi en una entrevista con Efe.
El diestro se da a conocer así en EEUU, un lugar donde parece abrirse cierto interés por la tauromaquia a la espera de que se sepa cuándo se estrenará el filme 'Manolete' sobre el legendario torero español, y en donde programas tan populares y prestigiosos como 60 Minutes dedicaron una de sus emisiones a los diestros Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez hace unas semanas.
'The Matador' es el primer largometraje estadounidense que entra tras las bambalinas del espectáculo de la corridas de toros y lo hace a través de la trayectoria de Fandila, quien lucha por convertirse en matador y hacerse con un puesto de honor entre los toreros españoles. Fandila aseguró que siempre ha luchado para que el público español antitaurino, a los que califica de "inmensa minoría", por lo menos "sí se involucren un poco en saber el por qué de ese mundo y, a partir de ahí, al que no le guste, que por lo menos respete a esa gente que sí que son seguidores".
Esa división de opiniones se aprecia en 'The Matador', filme que fue rodado entre 2003 y 2007 y que muestra a un torero entregado a su trabajo pese a las dificultades, arropado siempre por su familia y sin olvidarse de ese paradójico amor que siente por el toro. Stephen Higgins, uno de los directores del filme, explicó ue el objetivo del documental "no es explicar las faenas, ni la técnica, sino mostrar el espectáculo del toreo, para que la gente sienta la fuerza, la emoción y el amor que verdaderamente se respira en el mundo taurino".
"La gente, especialmente en EEUU, tiene una opinión sobre los toros sin conocimiento y así es imposible decidir si algo es bueno o malo. Queríamos crear una experiencia igual a ver una corrida de toros", explicó Higgins. El Fandi, que asegura estar "más cómodo ante el toro que ante la cámara", reconoció la emoción que siente al ver que este proyecto ve la luz, ya que supone para él plantarse ante la "evolución personal y profesional durante unos años muy importantes".
