El FBI cerró ayer la página de descargas Megaupload, una de las más populares para bajar películas piratas. La operación se saldó con cuatro detenidos de varias nacionalidades centroeuropeas en lugares tan alejado de los Estados unidos como Nueva Zelanda.
Este golpe a la piratería llega un día después de la protesta de las grandes empresas de internet contra la nueva ley norteamericana para el control de los derechos de autor en internet, conocida como Ley SOPA, que llevó a la macroenciclopedia Wikipedia a teñir de negro sus páginas en inglés en señal de repulsa.
Los investigadores, citados por el periódico The wall street journal en su edición digital, descartaron de todas formas relación alguna entre los polémicos trámites de aprobación de esa ley y la operación contra Megaupload, en la que además de los cuatro detenidos hay otras tres personas acusadas de piratería digital y cargos como conspiración y asociación mafiosa para cometer delitos contra los derechos de autor.
La operación se desarrolla a escala global, con agentes del FBI rastreando bancos de datos y servidores por todo el planeta. De acuerdo con la acusación, Megaupload es responsable de pérdidas a titulares de derechos de autor que evalúa en 500 millones de dólares y define al portal de descargas como "organización criminal global cuyos miembros han incurrido en una vulneración criminal de los derechos de autor y blanqueo de dinero en una escala masiva". En este sentido elevan sus ganancias a 175 millones de dólares.
Los abogados de Megaupload no respondieron anoche al rotativo estadounidense, que quiso recabar su versión.
El portal español Bandaancha.eu explicaba anoche que el portal dejó de funcionar sin previos aviso a causa del a operación policial. Este portal ve previsible que los usuarios que tenían cuentas premium pierdan sus accesos y ficheros. Megaupload podía utilizarse para alojar archivos de forma legítima además de para ver cine gratis. La denuncia se cursó en un juzgado del Estado de Virginia el día 5.
