Cultura

«El fenómeno narrativo de nuestro tiempo son las series de televisión»

Jorge Carrión presenta hoy en la biblioteca Infanta Elena de Sevilla su novela ‘Los turistas’, que pone el broche a una ambiciosa trilogía

el 29 ene 2015 / 17:03 h.

  Jorge Carrión (Tarragona, 1976) no para. Después de quedar finalista del premio Anagrama de ensayo con Librerías y de publicar el año pasado la segunda entrega de su anunciada trilogía, Los huérfanos, ayer mismo veía la luz el broche de dicho proyecto, Los turistas (Galaxia Gutenberg). Hoy, a las 19.30 horas, lo presentará en la biblioteca Infanta Elena dentro del ciclo Letras capitales, acompañado por Antonio Rivero Taravillo. Esta vez la acción arranca en un aeropuerto. «Vincent lleva diez años yendo cada día a Heathrow, entrando en la zona de embarque, pasando todo el día observando a los pasajeros», explica el autor. «El día en que comienza la novela ve pasar a una anciana de rostro muy extraño, laberíntico, decide seguirla: de pronto, sin darse, cuenta, después de una década de volar, se encuentra en un avión. Y todo cambia, radicalmente cambia», agrega. La historia muestra una noción de viaje muy distinta a la que Carrión desarrolló en títulos como Australia o La piel de la Boca. «El libro no es romántico, aunque haya romance, amistad, aventura, en el marco de la experiencia turística, que es la experiencia humana habitual cuando viajamos, sino más bien antirromántico, en el sentido de que el viaje ilumina pero también oscurece. Australia fue un viaje iniciático; Los turistas es un viaje más bien desencantado», dice. «En Australia, me doy cuenta ahora, yo estaba en un tránsito: aparece poco la pantalla, casi no utilicé internet en mi investigación sobre la emigración española a la otra punta del mundo. En Los turistas, en cambio, ya asumo una noción de viaje totalmente de hoy, no tanto por el GPS, el píxel, internet, sino por la visión del mundo entero como una ciudad. Los personajes de la novela pasan casi tanto tiempo en aeropuertos y aviones como en hoteles o playas o ciudades», dice el autor. Por otra parte, resulta inevitable confrontar esta trilogía con Teleshakespeare, el ensayo en el que Carrión analizaba el fenómeno de las series televisivas. «Escribí ese ensayo, en realidad, para entender la industria en que mis personajes iban a desarrollar su proyecto. Es un libro que intenta entender el que tal vez sea, en efecto, el gran nuevo fenómeno narrativo de nuestra época, junto con Google y los videojuegos». El autor no cree que las series hayan usurpado función alguna a los libros. «Estamos en la época de la convivencia total de lenguajes, experiencias y productos. En mi trilogía apuesto por la novela como una plataforma privilegiada para reflexionar sobre ese nuevo contexto, desde un lenguaje es el literario». Por último, Carrión aclara lo lejos que le pilla aquella Generación Nocilla en la que se le encasilló en su día. «Fue una etiqueta ridícula», asevera. «Hubo un libro muy potente, Nocilla Dream, y hay, sobre todo, una red de escritores que sí pueden ser calificados de un modo razonable como mutantes, incluso como afterpop. Creo que desde Félix Bruzzone hasta Carlos Velázquez, pasando por Robert Juan-Cantavella o Mercedes Cebrián, hay escritores muy interesantes nacidos como yo en los 70, muy inconformistas, que están ahí para seguir interrogando las formas de lo que entendemos por literatura. Dialogamos con la tradición de Juan Goytisolo, Ricardo Piglia, Enrique Vila-Matas o Rodrigo Fresán. Y también con las de los escritores más jóvenes. Eso es la literatura, una gran conversación».

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