Cada día se encienden en los colegios andaluces 500.000 ordenadores, un 85% de los escolares usan el PC en casa para hacer deberes y un 80% se conectan a internet. La ciudadanía se ejerce hoy, de forma simultánea e interrelacionada, en un mundo real pero también virtual, y de hecho, la conducta digital puede tener una repercusión jurídica real. Por ello, el fiscal delegado del Servicio de Criminalidad Informática de Granada, Francisco Hernández, instó ayer a emplear un instrumento como la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC)para enseñar a los niños "seguridad informática como se enseña seguridad vial".
Hernández defendió ayer, en unas jornadas sobre Adicción a las nuevas tencologías en adolescentes y jóvenes, organizadas por el Instituto Andaluz de la Juventud, que desde muy temprano se dota a los niños de herramientas como los móviles o el ordenador sin formación sobre protección de datos. Falta, dijo, una educación en valores que se hace más necesaria porque en el mundo virtual "parece que la ética se relaja. Hay que explicar a un niño que no puede colgar en Tuenti la foto de una noche de parranda si sale con más gente porque está violando la intimidad de los demás". Desde la Consejería de Educación, la directora de Participación e Innovación educativa, Aurelia Calzada, defendió que el sistema escolar no puede cerrar los ojos a la implantación de las nuevas tecnologías y a la necesidad de los niños a desenvolverse con ellas y usarlas como herramienta de trabajo, aunque "sin dejar de lado la educación en valores".
El fiscal disertó sobre la implicación de menores en delitos informáticos como víctimas y como autores. El más común es la pornografía infantil, seguido del ciberacoso, pero también está el juego ilegal que suele engancharlos como víctimas pero, ante la búsqueda de dinero para apostar, también puede llevarlos a cometer fraudes y estafas como suplantar a sus padres para usar sus tarjetas.
En el caso del ciberbullying o ciberacoso entre iguales, Hernández abrió el debate sobre la responsabilidad subsidiaria que, desde el punto de vista jurídico, pudiera pedirse a los propios centros cuando se produce fuera del colegio y el horario escolar pero con medios proporcionados por el centro y fruto de una relación establecido en el marco escolar. No obstante, en este aspecto, Calzada instó a no delegar toda la educación de los hijos en la escuela. "Lo que hagan los niños en casa, aunque sea con medios del colegio, es responsabilidad de los padres", subrayó.
El debate está servido porque la criminalidad informática va por delante de la ley, donde no hay una definición estricta de delito informático y "hay una alta criminalidad oculta incluso por cuestiones de imagen", por ejemplo en caso de ataques a los sistemas de empresas.
