El Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, Juan Calparsoro, reabrió ayer el caso de Enaitz Iriondo, el menor de 17 años que murió atropellado por un turismo en 2004, tras detectar la posibilidad de que el conductor incurriera en delito. El conductor presentó una demanda civil contra los padres del fallecido a los que exige una indemnización de 20.000 euros en concepto de reparación de su turismo.
Según Calparsoro, tomó esta decisión después de ver las informaciones en los medios de comunicación acerca de la demanda civil que el conductor presentó a los padres del joven atropellado.
El fiscal jefe se reunió, primero, con el Fiscal de Seguridad Vial y, entre los dos, decidieron "ver si existe la posibilidad de elevar el proceso civil a penal", ya que "hubo cosas que no se tuvieron en cuenta". Según los padres del fallecido "tal como se realizó y redactó el atestado del accidente, no se dio ninguna importancia a la velocidad que iba el coche, destacando, únicamente, que Enaitz iba sin chaleco reflectante y casco". Añade a esto que "al conductor se le realizó el control de alcoholemia una hora y media después del accidente, e incluso entonces dio una tasa de 0,15 miligramos por litro de aire espirado".
En cuanto a la demanda del conductor, la madre explica que "solicita el pago de los desperfectos producidos en su coche por el atropello (valorados en 14.000 euros) y además pide otros 6.000 euros por el tiempo en que ha tenido que utilizar otro coche para trabajar". La vista oral está prevista para este miércoles.
