La Fiscalía de Sevilla ha rebajado de 25 a 14 años y medio la pena que solicitaba para el joven acusado de matar a su padre en Los Pajaritos basándose en un informe psicológico que acredita que José Carlos sufrió malos tratos desde su infancia por parte de su progenitor, al igual que su hermana y su madre. Además, el fiscal también ha tenido en cuenta el hecho de que el joven haya abonado la indemnización a su madre y a su hermana.
El representante del Ministerio Público decidió rebajar su solicitud inicial por un delito de asesinato con la agravante de parentesco al inicio del juicio ante un jurado popular que comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Sevilla. El citado informe en el que se basa el fiscal ha sido presentado por la abogada del joven, Esperanza Lozano, y hoy será ratificado en la sala por los peritos encargados de su elaboración.
De hecho, éstas serán las únicas declaraciones que se practicarán durante la vista oral, ya que tanto el fiscal como la defensa han renunciado al resto de testigos después de que el acusado reconociera los hechos. A preguntas de la magistrada presidente del jurado, José Carlos, de 21 años de edad, dijo que se considera culpable, tal y como ya hiciera tanto ante la Policía cuando fue detenido como, posteriormente, en su declaración judicial en la fase de instrucción.
Según explicó su abogada a los periodistas, que se ha unido a la petición del Ministerio Público, para la rebaja se ha tenido en cuenta la atenuante muy cualificada de trastorno mental transitorio, ya que en el momento de la discusión el joven rememoró los malos tratos que ha sufrido desde que era un niño. La letrada destacó que la madre del joven llegó a interponer una denuncia contra el padre la noche de Reyes de 2006 por pegarle a ella y a sus dos hijos, aunque posteriormente la retiró.
En el informe que hoy explicarán los peritos se recoge que la hermana del acusado, de 17 años de edad, incluso llegó a sufrir abusos, pues la obligaba a dormir en la misma cama y la tocaba. La madre de ambos también sufrió malos tratos e insultos por parte de su marido. Precisamente, fueron las agresiones y las vejaciones de Rafael a su familia las que provocaron que padre e hijo discutieran en más de una ocasión.
La otra atenuante que el fiscal ha tenido en cuenta es la de reparación del daño, ya que el joven se ha hecho cargo de la indemnización que el Ministerio Público reclamaba para su madre y su hermana -de 52.419 y 43.683 euros respectivamente- gracias a la venta de un piso. No obstante, las dos han renunciado a las mismas y no reclaman nada.
Los hechos ocurrieron sobre las 7.45 horas del 19 de noviembre de 2009 en el bar Ruiseñor, que regentaba la víctima. El hijo había acudido allí para, según relata el fiscal, reclamar a su padre una deuda de 500 euros, aunque la defensa asegura que la discusión comenzó porque Rafael insultó al joven y a su madre.
Los dos, de gran corpulencia, comenzaron una pelea, en el transcurso de la cual el acusado sacó un cuchillo de grandes dimensiones, asestándole a su padre cinco puñaladas. Aunque la autopsia al cadáver destaca que el cuerpo presentaba 44 heridas incisivas, la defensa aclaró que no se trata de puñaladas profundas, sino de cortes superficiales causados en el transcurso de la discusión. De hecho, el local, situado en la calle Gorrión, estaba completamente lleno de rastros de sangre, lo que demuestra que ambos forcejaron.
