Andalucía ha perdido en lo que va de año 10.985 hectáreas de monte, algo menos de la extensión que ocupa el municipio de Dos Hermanas. Sólo en los dos últimos incendios que hace un par de semanas arrasaron la sierra almeriense, obligando a desalojar los municipios de Turre y Mojácar, se perdieron 9.500 hectáreas. Según los datos que ayer ofreció la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, en comisión parlamentaria, el fuego ha destrozado más terreno andaluz en un mes que de media en la última década.
De 1988 a 1997, se quemaron 17.226 hectáreas de media en 1.303 incendos. De 1998 a 2007, la superficie que ardió fue similar a la del último mes: 9.759 hectáreas de media en 1.036 incendios. 2009 está siendo el peor año meteorológico de las últimas dos décadas, y eso que "aún no estamos ni a la mitad de la temporada, por lo que el Infoca debe seguir alerta", como recordó ayer Castillo. La consejera calificó 2009 de "año trágico", sólo comparable al incendio que en 2004 arrasó más de 25.000 hectáreas en Berrocal y Río Tinto.
En el primer semestre ya ha habido 483 siniestros forestales, aunque el 79,7% han sido conatos, o sea que fueron extinguidos antes de que las llamas consumieran más de una hectárea de superficie (aproximadamente lo que ocupa un campo de fútbol). De las 10.985 hectáreas quemadas (más que en los últimos cuatro años), un 5% (553) fue de suelo arbolado, el resto resultó terreno de matorral. Ha habido muchos incendios leves, y sólo ocho han superado las 100 hectáreas calcinadas: cuatro en Almería, dos en Jaén, uno en Cádiz y otro en Málaga. Al margen de los fuegos de Turre y Mojácar, sólo tres siniestros superaron las 500 hectáreas dañadas: en Sorbas y Níjar (1.100), en Turón y en Abla.
cambios en el infoca. Almería ha sido, con diferencia, la provincia más afectada, con las 6.900 hectáreas perdidas en Sierra Cabrera y las más de 2.600 en torno a Mojácar. La consejera anunció que habrá "actuaciones concretas" para ayudar al campo almeriense, pero no quiso concretar más. También confirmó que "va a haber un nuevo plan forestal", en el que están ya trabajando para adaptarlo al cambio climático y a sus efectos en la región andaluza. El calor, la humedad y el viento parecen haberse conjurado este verano para encender la combustión en Andalucía. Con todo, Medio Ambiente asegura que la superficie reforestada desde 1996 a 2008 (77.822 hectáreas) supone el doble de la superficie arboladda que ardió durante esa misma década (36.366). El 73% del monte andaluz es de propiedad privada y eso, según la consejera, dificulta las labores de prevención de fuegos.
