El hermano de Miguel a la salida del juzgado.
Francisco Javier D.M., hermano del asesino confeso de Marta del Castillo, ha negado hoy ante el juez haber hecho una llamada amenazante a la novia de su hermano, Miguel C.D., mientras que la menor ha confirmado la identificación que hizo en su día. Francisco Javier ha comparecido como imputado ante el juez de Instrucción 4 de Sevilla en una pieza separada de la que investiga el asesinato de la adolescente sevillana y en la que está acusado de amenazar a la novia de su hermano con "rajarla" a ella misma y su madre si contaba lo que supuestamente Miguel le había confesado del crimen.
El abogado del imputado, José Manuel Carrión, ha dicho a los periodistas que la identificación de la voz de su cliente se ha hecho en una manera "patética", porque fue realizada mediante la grabación de un "pinchazo" telefónico que le puso la Policía en la que únicamente hablan los dos hermanos.
La novia de Miguel C.D., Rocío P.G., de 16 años, ha confirmado la identificación que hizo en su día, en la que no citó a Francisco Javier por su nombre sino que, de la grabación que le mostró la Policía, identificó como participantes a quien entonces era su novio y a la persona que le amenazó.
La menor, a su entrada y salida de los juzgados, ha sido increpada con gritos de "sinvergüenza, di dónde está Marta" y "hazlo por la familia" por parte de algunas personas concentradas en el lugar.
Rocío P.G. denunció tal llamada amenazante en septiembre de 2009, ocho meses después de la desaparición de Marta, y solo precisó que procedía de un número anónimo, ya que no recordaba a cual de sus diversos teléfonos móviles fue hecha ni la fecha exacta.
No obstante, la menor precisó que recibió dicha llamada entre la desaparición de Marta, el 24 de enero de 2009, y la detención de Miguel, el 14 de febrero.
Rocío compareció por espacio de veinte minutos y Francisco Javier apenas estuvo diez minutos ante el magistrado, ocasión en la que negó haber realizado tal llamada amenazante.
Estas diligencias, que han sido desgajadas de las que investigan la violación y muerte de Marta del Castillo, se abrieron después de que en septiembre de 2009, ocho meses después del crimen, Rocío diese una nueva supuesta ubicación del cadáver de Marta en un descampado próximo a su domicilio de Camas (Sevilla).
Entonces explicó que no lo había dicho antes por miedo, ya que una persona le llamó por teléfono al móvil y le amenazó con "darle una paliza" y "rajar a su madre" si contaba lo que, supuestamente, Miguel le había confesado.
La Audiencia de Sevilla, en su última resolución sobre el caso Marta, confirmó la decisión del juez instructor de investigar estas amenazas por separado de la causa por la muerte de la adolescente, en la que la Fiscalía ha pedido 52 años de cárcel para el asesino confeso, Miguel C.D., y ocho para su hermano por encubridor.
