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El hijo de su madre

Paco León nunca se hubiera imaginado el éxito que le esperaba. Gracias a su sentido del humor sabe lo que es triunfar, y es que su arte le viene de serie. 

el 25 sep 2009 / 09:54 h.

Paco León
Aquel chico de Alcosa que se pasaba las tardes comiendo pipas sentado en un banco quizá no soñó nunca con triunfar. Pero seguramente en muchas ocasiones pensó que el éxito podría ser la mejor venganza contra todos los que lo criticaban por ser diferente, aunque a él aquello le resbalaba y respondía con mucho sentido del humor. El mismo sentido del humor que ha seguido derrochando allá por donde ha pasado a lo largo de su vida. Y no es de extrañar si uno descubre que a Paco León (Sevilla, 1974) el arte le viene de serie. Sus tíos abuelos paternos, Paco y Pepín León, fueron payasos de circo y su padre, el Tiranta, es un todo artista. Pero la gracia, según dicen, la heredaron Paco y sus hermanos de su madre, Carmina Barrios. La casa de los León es un matriarcado y Carmina ha repartido algo de su arte como la mejor herencia. Nunca se ha dedicado al mundo del espectáculo, aunque pudo hacerlo. De hecho, hizo una prueba para Benito Zambrano pero rechazó el papel "porque decía muchas palabrotas". Dicen que fue Carmina, a la que conoce todo el barrio, la que enseñó a sus hijos a reírse solos y a reírse de ellos mismos. Con una madre así, valiente, repleta de energía y con una presencia arrolladora, no es de extrañar que Paco encandile hoy al gran público.

Fue precisamente a su madre a la que, con 4 añitos, le dijo Paco que quería ser actor. Eso es tenerlo claro. Formado en danza e interpretación, el joven sevillano se curtió en compañías de teatro independientes, desde las que dio el salto al Centro Andaluz de Teatro. Allí se formó con una generación de actores andaluces que actualmente se encuentran en primera línea: Alex O'Dogherty, Cuca Escribano, Belén López o... la mismísima Paz Vega, que ahora triunfa en Hollywood.

Pero Paco no se puede quejar. En estos momentos da vida en televisión a uno de los personajes que más ha calado entre el público en los últimos años: el Luisma de la serie Aída, con el que el sevillano se ha comido con papas fritas a la grandísima Carmen Machi. Y aunque Paco León es ya para todo el mundo el Luisma, no son tan parecidos. (Obviamente, Paco es más serio: "A mí no me escriben unos guionistas lo que tengo que decir", asegura). Pero tampoco son tan distintos, pues ambos dejan entrever al niño que nunca han dejado de ser. En cualquier caso, Paco, que se declara admirador de su hermana María, también actriz, no para de trabajar y estos días representa en el Teatro Lara de Madrid hasta el próximo 11 de enero la obra de Javier Daulte ¿Estás ahí?, que representará en el Teatro Lope de Vega de Sevilla del 5 al 7 de junio. Por si fuera poco, su voz suena en los cines de todo el país pues ha vuelto a doblar al león Álex, el protagonista de Madagascar 2, y en breve estrenará la película Dieta mediterránea, de Joaquín Oristrell.

Celoso de su vida privada, familiar y muy tímido (le aterra desnudarse), este sevillano, de horóscopo libra, se mueve en la comedia como pez en el agua. "La comedia va desde Lope de Vega hasta los monólogos de televisión. Podría estar haciéndola toda la vida sin repetirme", ha llegado a decir. Sin embargo, Paco León no hará nunca ascos a un papel dramático. Es consciente de que la carrera de un actor comienza cada día y sabe que tiene tiempo para todo.

Enamorado de Buenos Aires (viaja allí siempre que puede para perderse, disfrutar de la ciudad y beberse todo el teatro que puede), Paco León trabaja de 7 de la mañana a 7 de la tarde en televisión y luego acude cada noche al teatro para subirse al escenario. Placer y responsabilidad se mezclan para un actor que, como todos sus colegas andaluces, ha tenido que moverse para poder destacar.

Por eso se fue Paco a Barcelona después de haber debutado en Canal Sur como presentador y de despuntar como imitador (inolvidable
aquella gala de los premios Asecan que presentó en Sevilla y que causó delirio en el patio de butacas). Fue en esos momentos cuando se gestó el personaje que lo lanzó al estrellato, una modelo algo torpe que luego tomaría el cuerpo de Raquel Revuelta cuando León recaló en Homo zapping. Y es que tras debutar en televisión con la serie Moncloa, ¿dígame?, la productora de Buenafuente, El Terrat, volvió a confiar en él para el conocido programa de imitaciones. Allí logró hacer que nos desternilláramos hablándonos de películas de cierta ficción tropagonizadas por actrices australiacas o flins de dibujos animosos hechos con ofimática. Anne Igartiburu y Bertín Osborne fueron también víctimas de sus imitaciones, y todos se lo tomaron con humor. En los últimos años, Paco León, al que le encanta el jamón y le dan pánico los perros, ha participado en cortometrajes (Días rojos, Con lengua), obras de teatro (La boda, Madre, El drama padre, Bradmila), monólogos (Wanted), largometrajes (Amar y morir en Sevilla, La dama boba, Losmanagers, Reinas) y series de TV (Ácaros, Aida). Tanto trabajo le está dando a Paco León éxito y dinero a partes iguales. Y, si hace unos años, quería tener dinero para hacer miles de cosas, ahora querría tener tiempo para esas mismas cosas. Sin embargo, ese tiempo lo sigue dedicando a trabajar. Y cada vez que disfrutamos con nuestro trabajo, lo único que podemos decir es: ¡el hijo de su madre!

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