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El hipódromo de la SE-30

La Fiscalía de Seguridad Vial, la Guardia Civil y hasta la perrera municipal colaboran para sacar de la circunvalación un número creciente de caballos abandonados que se cuelan en la autovía.

el 23 sep 2010 / 15:52 h.

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La perrera municipal acoge los caballos rescatados de la SE-30.
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La SE 30 va camino de convertirse en una pista de carreras para caballos sueltos.  Aunque de momento los accidentes en esta vía han sido menores, el peligro potencial es altísimo: hace muy pocos días un toro suelto en la A-66 (Autovía de la Plata) provocó la muerte del conductor de un turismo y el suicidio de su mujer al conocer los hechos.

 

La Fiscalía de Seguridad Vial ha encargado un informe -actualmente en elaboración- a la Guardia Civil, explica el titular de este ministerio público, Luis Carlos Rodríguez León, ante el "aumento" aparente del número de casos de monturas sueltas, aunque en la circunvalación de Sevilla todos los años ha habido casos más o menos esporádicos. Una tendencia que, aparentemente, va a más.

En este escenario, otro de los organismos que colabora con la Fiscalía, el Zoosanitario de Sevilla -la antigua perrera municipal- vive con el estrés de sacar más o menos un caballo por semana de la carretera, una vía con un tráfico muy denso, con picos de 75.000 vehículos a la hora. "Somos un cuerpo de intervención,  como la Policía o los bomberos", explica el jefe de servicio encargado del Zoosanitario, Manuel Gutiérrez.

Además, gran parte de estas intervenciones deben hacerlas escoltados por la policía: los técnicos de la antigua perrera se han encontrado más de una vez con el dueño de los caballos sueltos en actitud agresiva, explica su jefe.  El penúltimo caballo rescatado de esta vía fue un mulo encontrado en el canal del Guadaíra, un punto desde el que puede pasar fácilmente a la calzada. El animal fue abandonado por una deformidad en su pata delantera derecha. Los últimos, cuatro caballos que ya estaban cerca del polígono Sur, el día 22 de septiembre.

"La SE-30 es una autovía que presenta muchos huecos en su vallado porque, por su carácter urbano, tiene muchos enlaces y salidas. Los animales acaban conociendo estos huecos y se cuelan", prosigue el  responsable del Zoosanitario.

¿Por qué precisamente se cuelan caballos en la SE-30? En la periferia de Sevilla abundan las fincas con équidos. Cuando el pienso se encarece, algunos dueños de équidos los abandonan en la zona no construida de los márgenes, donde siempre crece la hierba. "Y aunque los aten a una estaca, en no pocas ocasiones los animales se sueltan", explica Gutiérrez.  El fiscal de Seguridad Vial apuntilla que, tras la reforma de la Ley de Tráfico, algunas de estas conductas, que antes constituían una infracción por abandono de animal  -una falta muy grave con multa de hasta 3.000 euros- puede suponer ahora  incluso pena de cárcel, en virtud de los daños que provoque el animal desbocado.

Cuando se detecta un animal suelto viene el lío: los medios del Zoosanitario no son los de National Geographic  -el parque de vehículos tiene unos quince años, por no hablar de las instalaciones donde guardan los caballos- y la colaboración con los distintos cuerpos policiales imprescindible, no sólo para desviar el tráfico, sino incluso para transportar a los cuadrúpedos  mediante furgonetas especiales de la Policía Nacional. Algunas capturas se convierten en auténticas cacerías, con disparos de dardos tranquilizantes en plena SE-30.

¿Qué hacer si se topa con un animal en la calzada? El jefe del zoosanitario de Sevilla explica que si se trata de un perro en mitad de la carretera, lo mejor es "acelerar": un frenazo puede provocar un choque en cadena con víctimas  y quizá el perro -o animal de este tamaño- salga ileso pese a que no lo esquive un coche a gran velocidad. Pero si se trata de un caballo o de un toro, la solución para evitar la muerte de los viajeros  es esquivar al animal, en especial si el vehículo avanza por una autovía.

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