Un hito, otro más, en el laureado currículum que ostenta el Hospital Virgen del Rocío en su especialidad: dar segundas oportunidades gracias a los trasplantes. El último ha sido contabilizar, a lo largo de 2013, 74 trasplantes de hígado, la cifra más alta de su historia y el centro con más actividad, gracias, en buena parte a la solidaridad de las familias de los donantes y al esfuerzo del personal encargado de promocionar la donación y el trasplante.
Estos profesionales asistieron ayer a la reunión anual de los grupos de trasplantes, en la que se presentaron los datos anuales. Así, además de abordar los prometedores resultados logrados en el segundo año de la donación en asistolia o a corazón parado, el equipo de trasplante hepático ha dado a conocer los resultados del análisis de los primeros 1.000 trasplantes de hígado realizados en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla desde que se efectuara el primero en 1991. En concreto, han evaluado los cambios experimentados en los tiempos, injertos y receptores, la técnica quirúrgica y la supervivencia obtenida en las diferentes etapas.
El jefe de sección de la Unidad de Cirugía Hepato-Bilio-Pancreática y Trasplante Hepático, Miguel Ángel Gómez Bravo, diferenció así dos etapas. La primera caracterizada por la consolidación de la mayoría de las unidades de trasplante hepático, que a principios de los años 90 eran escasamente diez centros. Entonces, los profesionales del Virgen del Rocío realizaban 50 trasplantes por año. La segunda etapa, con 26 centros certificados, ha estado marcada por nuevas indicaciones de trasplante, la llegada del Meld como sistema de asignación de injertos, el envejecimiento de la población, la mejora de la salud vial que ha permitido buscar nuevos donantes y la incorporación de nuevos inmunosupresores con perfiles más personalizados para cada receptor que intentan minimizar los riesgos a medio y largo plazo. En ese tiempo, aumentó su actividad hasta lograr 60 implantes al año.
La edad media de los pacientes que han recibido este órgano ha sido de 53,5 años. A partir de 2000, la mayoría de las personas presentaban entre 40 y 59 años. La proporción de varones fue tres veces superior al de mujeres, y la edad de ellas ligeramente superior (56 años). Los problemas de hígado más frecuentes han sido la cirrosis, seguida de los tumores, el retrasplante hepático y las enfermedades colestásicas.
En cuanto al donante, en los primeros años se consideró que no podía tener una edad avanzada. En la actualidad, no hay límite de edad y son pocas las situaciones que contraindican la donación. Solo ser positivo para el antígeno de superficie del virus de la hepatitis B o el VIH.
Este cambio se ha ido perfilando a medida que mejoraban las estadísticas de siniestralidad vial, que han hecho descender los casos de muerte encefálica, al tiempo que se ha mejorado la asistencia del paciente con traumatismo cráneo-encefálico. Esto ha contribuido a que se genere un cambio en la edad de donación en estos 23 años:de 27,7 años en 1990 a 62,9 años en 2012.
El presidente de la Sociedad Española de Trasplante Hepático, Fernando Pardo, también detalló el pasado y el futuro de estos injertos. El acto, presidido por el subdirector de los hospitales Virgen del Rocío y Macarena, Manuel González, contó con 150 asistentes entre profesionales, pacientes y miembros de asociaciones. En total, los profesionales del Virgen del Rocío han llegado en 2013 a un máximo histórico de 170 trasplantes de órganos sólidos (15 de corazón, 74 de hígado, 85 de riñón en adultos y 11 renales infantiles). La coordinadora de Trasplantes de Sevilla y Huelva, Teresa Aldabó, destacó los implantes de tejidos: así, la actividad en esta área ha sobrepasado los 130 implantes osteo-tendinosos, 41 córneas y 100 de progenitores hematopoyéticos.
