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El Hospitalito de Utrera busca su identidad

El alcalde exige que se cumpla la última voluntad de Catalina de Perea, que fundó hace 500 años el patronato que gestiona este edificio que iba a ser un comedor social y ahora albergará una peña sevillista.

el 29 mar 2011 / 17:16 h.

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El antiguo Hospital de la Santa Resurrección, conocido en Utrera como el Hospitalito y gestionado por una fundación del mismo nombre, no termina de encontrar su destino. Iba a ser un comedor social, el primero fuera de la capital hispalense para atender a personas sin recursos, y ahora lo ocupará una peña sevillista, tras haberse frustrado un proyecto largamente peleado y vendido en los medios de comunicación.

El alcalde, Francisco Jiménez (PA), exigió ayer “que se cumpla escrupulosamente el deseo de la fundadora, Catalina de Perea, es decir, que los beneficios que genere se queden en la ciudad”.

Esta institución, cinco veces centenaria, “tiene la obligación de que los ingresos que genere reviertan en Utrera, en los más necesitados, ya sean destinados a personas mayores, como tenían alojadas anteriormente a modo de geriátrico, o a cualquier otro fin similar que ellos estimen oportuno”. Con estas palabras, el regidor dejó claro que el Ayuntamiento de Utrera “no tiene capacidad de imponerle nada al Hospitalito”, porque es una fundación de carácter privado. “Pero sí le exigimos que se cumpla la voluntad de la fundadora”.

El mandatario salió así al pasado de las críticas de algunos partidos de la oposición, que acusaban al Ayuntamiento de Utrera de consentir que no se pusiera en marcha el prometido comedor social, mientras que el propio patronato se refería a las “trabas” planteadas por parte del equipo de gobierno a la hora de otorgar la licencia de apertura.


“El Hospitalito es una institución de carácter privado que solicita la correspondiente licencia de apertura y se tramita hasta que su promotor desea, pero si finalmente estima no seguir adelante con el proyecto, es algo que decide él libremente”, aclaró el alcalde.
En cualquier caso, señaló que el funcionamiento y desarrollo de esta institución “deben estar controlados desde la Junta de Andalucía, que en su día aprobó una Ley de Fundaciones”. Tan independiente es el Hospitalito, que incluso sobrevivió a las desamortizaciones que se produjeron en España, “ya que sus estatutos los aprobó directamente el papa, no dependiendo de esta forma de ninguna institución eclesiástica más cercana, sino directamente de Roma”.

En el local que iba a ocupar el comedor social, en la plaza de la Constitución, se ultiman desde hace semanas los detalles para abrir la sede de la peña sevillista Joaquín Caparrós.

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