Cultura

El IAPH repone la Virgen del Buen Aire y los grandes lienzos de San Telmo

el 26 dic 2009 / 12:25 h.

Antonio María Rouco, ayer en la sede de la Conferencia Episcopal.

El Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz y uno de los ejemplos de arquitectura civil más armoniosos y logrados de la ciudad, se pone a punto a marchas forzadas para reestrenar, el Día de Andalucía, una nueva vida tras la profunda rehabilitación pilotada por el reconocido arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra.

Mientras en los alrededores del palacio los operarios se afanan en concluir la reurbanización  diseñada por el Ayuntamiento, que intentará frenar tanta polución derivada del intenso tráfico como registran el Paseo de las Delicias y la avenida de Roma, en el interior se van rematando los detalles de las mil y una dependencias del histórico inmueble. De entre éstas, destaca una en especial: la capilla.

Las labores de su restauración integral han corrido por cuenta del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), centro especializado dependiente de la Consejería de Cultura. Tras meses y meses de diagnóstico, estudio e intervención, ahora llega el turno de recomponer todas las piezas tras haberles devuelto su esplendor.

Es el caso de la Virgen del Buen Aire, que preside la capilla y cuya entronización en el altar mayor ha sido todo un espectáculo a juzgar por las imágenes que ha mandado el IAPH.

A la memoria se viene la bajada y posterior subida del Giraldillo desde la cúspide de la Giralda. En este caso, ha sido bajo techo y a bastante menor altura, aunque el peso de la imagen –casi 200 kilos– y su volumen han obligado a llevarla hasta su hornacina entre correajes, poleas y protecciones varias, al objeto de dejarla sana y salva en el retablo.

No ha sido lo único delicado de la operación. Junto a la escultura de Juan de Oviedo y Pedro Duque Cornejo, de principios del siglo XVII, había que reponer los seis grandes lienzos del siglo XVIII originales de Domingo Martínez, que también han pasado por el quirófano patrimonial del IAPH en la Cartuja.

Se trata, en esta ocasión, de formatos de más de tres metros de ancho y largo que han obligado a los operarios a emplearse a fondo. Finalmente, la operación vuelta a casa por Navidad se ha cumplido con éxito y la capilla de San Telmo, una de las grandes desconocidas joyas del patrimonio barroco hispalense, reestrena juventud, casi como si la acabaran de crear los muchos artistas que en ella intervinieron.

Así las cosas y mientras llega ese 28-F que, es de suponer, marcará un antes y un después en lo que a visitas, conocimiento y divulgación de este rico patrimonio se refiere –por más que sea sede del Gobierno de la comunidad–, en los talleres del IAPH sólo quedan por devolver las piezas de platería más significativas del palacio, entre ellas la corona de la Virgen del Buen Aire y el vistoso galeón que porta como patrona de los navegantes que es, obra de Juan de Garay.

La entrega de estos enseres se producirá ya a principios de 2010 “a modo de último y simbólico paso de un largo proceso de conservación, sin duda el de mayor envergadura en la trayectoria del IAPH”.

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