El Instituto Andaluz de Tecnología cumple sus bodas de plata con muy buena salud. El balance del ejercicio 2013, presentado este miércoles públicamente, ofrece datos más que suficientes para constatar la buena salud de este órgano. En palabras de su director general, Miguel Ángel Luque, el IAT «ha superado los peores años de la crisis creciendo en número de empleados, aumentando notablemente sus reservas y su patrimonio neto que asciende a 6,7 millones de euros y afianzándose tanto en el mercado nacional como internacional». Para hacer esta afirmación, el directivo, junto al presidente, José Luis Calvo, y el subdirector general, Juan Manuel González, precisaron que la compañía ha logrado alcanzar 131 empleados 66 hombres y 65 mujeres y ha ingresado un total de 9,2 millones de euros. Esta cifra se desgrana en cuatro sectores:servicios corporativos (418.883 euros), nacional (790.794), I+D (3,5 millones)e internacional (4,4 millones). El informe destaca también la presencia de 27 nuevo proyectos de I+D así como la ampliación del número de sedes a nivel nacional como internacional. Respecto a las españolas, Calvo precisó que el proceso de concentración de centros tecnológicos dio como primer resultado en 2013 «la fusión por absorción» del centro tecnológico del Mueble y la Madera de la localidad cordobesa de Lucena. Este centro forma ya parte del IATcomo entidad operativa para dar servicio a ese sector y además ya es la nueva sede de la institución en Córdoba, sumándose a las ya existentes de Málaga y Sevilla. En este sentido y de cara al futuro, el IAT confía en realizar nuevas fusiones para «culminar» el proceso de concentración «necesario para lograr una masa crítica y competir con eficacia», precisó el presidente. Sobre la internacionalización, donde están obteniendo mayores ingresos que en España, los directivos de IAT aseguraron que la próxima semana viajarán a Chile para inaugurar en el país andino una nueva oficina del centro. Fuera de España, el IAT ya cuenta con sedes en México y Sudáfrica. Sobre la buena cuota de mercado que tienen actualmente fuera de nuestras fronteras, Luque quiso puntualizar que esto no significa que en España se estén abandonando los proyectos de I+D+I pero «sí se ha notado la situación de crisis que ha vivido el país», aunque también quiso apostillar que en algunos países «es muy difícil entrar» por la mala imagen que dieron algunas empresas españoles que fueron al extranjero «a la desesperada y sin estrategia alguna». El IAT, como centro tecnológico de ingeniería y gestión de la innovación, tiene como misión acompañar a las empresas e instituciones en la mejora de sus resultados de forma sostenible, aportándoles valor mediante soluciones innovadoras. Para ello, el centro genera su propia tecnología y conocimiento al tiempo que también presta servicios intensivos de conocimientos. En la memoria del ejercicio económico, los rectores del IAT precisaron que los ingresos fueron de 4,5 millones, una cifra muy similar a la obtenida a través de la financiación pública (4,4). Sumando el resto de ingresos, la cifra asciende a 9,2 millones. En la partida de gastos se destinaron 1,5 millones para los servicios externos y 5,5 para los gastos de personal.
