El huracán Ike, que barrió Cuba de este a oeste, podría recobrar fuerza a su paso por la zona central del Golfo de México, antes de impactar en el estado de Texas, donde el presidente de EEUU, George W. Bush, ya ha declarado el estado de emergencia.
El Ike comenzó el martes a fortalecerse y ayer presentaba vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora. Los vientos e intensas lluvias que lleva el huracán afectan todavía al oeste de Cuba y a los cayos más al sur del estado de Florida, señalaron los expertos.
Pese a todo, se mantiene como un huracán de categoría uno en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, y se espera que aumente su fuerza hasta llegar a ser un ciclón de gran intensidad (posiblemente de categoría 3) en aguas centrales del Golfo de México.
Durante casi 48 horas, el Ike atravesó Cuba de oriente a occidente con lluvias torrenciales y vientos huracanados que han causado al menos cuatro muertos y daños económicos muy elevados. A las 14.00 hora española, el centro del huracán estaba localizado cerca de la latitud 23,9 grados norte y de la longitud 85,3 grados oeste, unos 695 kilómetros al sudeste de la desembocadura del río Misisipi.
Haití es, en cualquier caso, el país que más ha sufrido las consecuencias de los huracanes este año. El país está devastado y, de hecho, la ONU informó ayer de que necesita 100 millones de dólares para recuperarse de los recientes desastres naturales. El subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, calificó de "desesperada" la situación allí.
