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El inexplicable retraso del Acuerdo de Concertación Social

Mucho se tendrán que emplear en el equipo económico de la Junta si no quieren que el escenario de la concordia y diálogo social que nos habían anticipado para luchar contra la crisis salte por los aires. Por de pronto, las negociaciones para un nuevo acuerdo parecen estancadas...

el 16 sep 2009 / 05:14 h.

Mucho se tendrán que emplear en el equipo económico de la Junta si no quieren que el escenario de la concordia y diálogo social que nos habían anticipado para luchar contra la crisis salte por los aires. Por de pronto, las negociaciones para un nuevo acuerdo parecen estancadas. Las reuniones técnicas para desarrollar el documento-base no avanzan como se quisiera sin que hasta la fecha haya indicios objetivos sobre cuándo estará listo el texto para su firma por parte del Gobierno andaluz, sindicatos y patronal. Todo hace indicar que el deseo de los dirigentes sindicales de dejar finiquitado este asunto antes de las vacaciones de verano será ya irrealizable.

Por su parte, en la CEA no tienen tanta prisa. Puede ser que lo que ocurra es que su presidente, Santiago Herrero, no quiera anticiparse en un movimiento de esta envergadura a la CEOE, que se muestra muy reticente a cerrar un acuerdo similar con Zapatero, UGT y CCOO. Es cierto que estamos ante ritmos diferentes de entidades y organizaciones muy distintas, pero a todas parecía que les unía un sólo objetivo: dar una respuesta común al fuerte declive económico en el que nos encontramos.

Poner en valor el plan Anticrisis.

Ala espera, por tanto, de que se produzca el deseado acuerdo, lo cierto es que la Junta cuenta ya con un instrumento poderoso como es el plan anticrisis que goza de respaldo de IU y, a última hora, del PP. Aunque la incorporación de los populares tiene más de oportunismo político que de apoyo en sí a la propuesta, para no quedar ante la sociedad como los únicos que no arriman el hombro, lo cierto es que ya contamos con un programa de 41 actuaciones que supondrán la inversión de nada menos que 5.500 millones.

Si bien muchas de las iniciativas de este programa se inscriben en el ámbito de la Concertación Social, y por tanto, pendientes de que se cierre el acuerdo, lo cierto es se deberían poner en marcha cuanto antes todas las que sean posibles dirigidas a fortalecer nuestra economía. Sin embargo, da la impresión de que después de conseguirse en el Parlamento este plan, no están poniendo especial empeño tanto en su difusión como en su trascendencia.

Estudios que poco ayudan. Mientras tanto, hay que celebrar la decisión de la Administración autonómica de luchar contra la economía sumergida. Las circunstancias que estamos atravesando facilitan este fenómeno que daña las cuentas públicas y que merma los derechos de los trabajadores. De igual modo, convendría que se instaurara algo de cordura en la loca carrera que han emprendido distintos gabinetes de estudios, ligados a organismos públicos, bancos y cajas para ver quién confecciona la peor previsión posible. La continua ruina que anuncian casa muy poco con el escaso acierto que tuvieron en su día a la hora de anticiparnos el batacazo económico en el que nos encontramos. Bien harían en gastar esas energías en poner los medios necesarios para facilitar el crédito a empresas y familias.

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