La Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos, dependiente de Fomento, ampliará el informe sobre las causas que propiciaron el pasado 5 de septiembre el naufragio del Nuevo Pepita Aurora. Lo ha ordenado en una providencia el juzgado número tres de Algeciras después de que se lo solicitara la Fiscalía.
El documento del Ministerio de Fomento demostró que los desagües de cubierta estaban cegados pero no llegó a ninguna conclusión sobre el motivo de esta irregularidad. Sí determinó que las redes que iban a bordo del pesquero accidentado en aguas de Barbate cuadriplicaban el peso permitido con ocho toneladas y media. El juzgado ha respondido ahora a la petición del fiscal Juan Cisneros que cree fundamental para el caso aclarar si estos agujeros estaban tapados por las mismas redes o si se realizaron en el barco obras sin autorización. "Hemos pedido que se especifique un poco más porque eso va a ser fundamental de cara a determinar si hay algún tipo de responsabilidad penal en este naufragio", explicó.
El juez también ha fijado ya la fecha en la que será llamado a declarar el patrón y propietario del barco, José Vega, quien acudirá al juzgado el próximo 11 de septiembre en calidad de imputado. Se le ha requerido también que lleve consigo los planos de construcción de la embarcación. Su testimonio será fundamental para conocer cuál era el diseño original de la estructura y porque, como recuerda Cisneros, fue un accidente laboral. "Se le va a preguntar sobre la formación en prevención de riesgos laborales que tenía esta gente porque están desarrollando su trabajo en una actividad que por desgracia tiene ciertos peligros como ha demostrado ese suceso. Entonces, todo eso es importante conocerlo y saber que nos dice al respecto", señaló el fiscal.
También se hará un nuevo simulacro de la tragedia que se produjo en medio de un terrible temporal cuando el Nuevo Pepita Aurora regresaba a Barbate después de faenar en Marruecos. El informe reveló que disponía de tres depósitos de agua dulce, destinada al aseo y consumo de los tripulantes, y no uno como contempla el libro de estabilidad de este tipo de pesqueros, aunque descartó que ésta fuera la causa del siniestro. Aún así, el fiscal ha querido asegurarse y pidió una nueva simulación pero con un solo depósito para comprobar si el barco pudo resistir en esas condiciones el embate de las olas.
Estas nuevas medidas solicitadas por el juzgado podrán aclarar si, como habían alertado algunas partes personadas en el caso, existían fallos en el diseño del barco. El estudio de Fomento demostró también que los botes salvavidas nunca llegaron a salir a flote. En medio de estas condiciones adversas ocho pescadores lograron sobrevivir, aunque cinco fallecieron y otros tres siguen desaparecidos.
