Cultura

El Juli, Manzanares, Perera y Fernando Domecq, a hombros

Los matadores de toros Julián López El Juli, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera protagonizaron un triunfal fin de feria, ayer tarde en Olivenza, al salir a hombros junto al ganadero Fernando Domecq, tras repartirse ocho orejas y un rabo.

el 15 sep 2009 / 01:00 h.

Los matadores de toros Julián López El Juli, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera protagonizaron un triunfal fin de feria, ayer tarde en Olivenza, al salir a hombros junto al ganadero Fernando Domecq, tras repartirse ocho orejas y un rabo.

El Juli anduvo sobrado de técnica y oficio con el toro que abrió plaza, animal noblote aunque exento de codicia, con el que el torero, a base de tesón y constancia, consiguió someterle en su muleta. A su segundo, un tanto distraído pero que tomaba la muleta con prontitud, El Juli supo aguantarlo y dominarlo construyendo una faena segura y muy firme, basada fundamentalmente en la mano izquierda y rematada de un soberbio espadazo.

El primer toro de Manzanares tuvo el recorrido suficiente para favorecer el lucimiento del torero, que lo aprovechó dando distancia en los cites y engarzando largas y profundas series por ambos pitones. Con el quinto, Manzanares estuvo firme y muy asentado. Consiguió templar las violentas acometidas de su oponente en los primeros compases del trasteo, para acabar recreándose en un extraordinario toreo al natural.

Perera realizó una labor de valor y arrojo frente al tercero, el peor ejemplar del encierro, toro con malas intenciones -midiendo mucho al torero- y que remataba los viajes con la cara al natural. Pero en el último Perera armó el lío. Paseó el rabo de un toro de vuelta al ruedo, por bravura, nobleza, prontitud y movilidad. Lanceó Perera con suavidad y suma torería en el recibo a la verónica. Y ya con la muleta, planteó una labor de mucha distancia, luciendo al toro, y ahí el torero se lució tanto en los cambiados por la espalda, como en el torero fundamental por el lado derecho, donde dibujó un toreo profundo y sentido.

Matinal. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza salió ayer a hombros en el segundo festejo de la Feria de Olivenza, celebrado durante el mediodía, en el que los toreros Alejandro Talavante y Cayetano Rivera fueron premiados con una oreja cada uno.

Se lidiaron dos toros para rejones de Fermín Bohórquez, y cuatro para la lidia a pie de Torrealta, el primero de éstos, como sobrero, bien presentados y de juego desigual, sin embargo, en conjunto resultaron flojos y justos de raza.

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, ovación y dos orejas. Alejandro Talavante, una oreja y silencio. Cayetano Rivera, una oreja y silencio.

La plaza tuvo lleno de "no hay billetes", con una temperatura muy agradable.

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