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El laboratorio de la voz

Cantar el abecedario pasó a la historia. Un moderno dispositivo atrapa electrónicamente la voz y estudia con extrema precisión las cuerdas vocales de los pacientes que llegan roncos al Hospital Macarena.

el 14 sep 2009 / 20:13 h.

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Cantar el abecedario pasó a la historia. Un moderno dispositivo atrapa electrónicamente la voz y estudia con extrema precisión las cuerdas vocales de los pacientes que llegan roncos al Hospital Virgen Macarena. La mayoría, por no saber hablar.

Lo normal es que estas personas recalen en el servicio de Otorrinolaringología con un hilo de voz "después de varios domingos de fútbol, un resfriado, o toda la semana de Feria bebiendo y cantando", explica el doctor Serafín Sánchez, jefe del departamento. Son claros ejemplos de los casos más frecuentes de disfonía o problemas de voz: molestias leves que se resuelven con un tratamiento a base de consejos, antinflamatorios o analgésicos.

Otros, en cambio, resultan más complejos y requieren incluso de cirugía. La gravedad se determina tras una primera exploración de la laringe. Para ello, el otorrino utiliza un espejo con el que ve reflejadas las cuerdas vocales, o bien introduce una microcámara a través de un soporte rígido por la boca u otro flexible por la nariz que graba su recorrido hasta las cuerdas vocales. "Las imágenes se guardan en DVD para comprobar cómo evoluciona la terapia", apostilla el facultativo. Este primer paso sirve para detectar la presencia de tumores, nódulos, pólipos, y hasta las inflamaciones más banales. "Nos ayuda a distinguir las lesiones que son subsidiarias de pasar por el quirófano, entre un 40 y un 60% del total, de otras que pueden resolverse mediante rehabilitación", continúa.

La intervención, según precisa, resulta "sencilla". "Simplemente usamos un tubo por la boca para llegar a las cuerdas vocales. Y a través de él, introducimos los instrumentos quirúrgicos y un microscopio con el que ampliar las imágenes y poder actuar sobre los nódulos, que pueden medir uno o dos milímetros, o los pólipos, que pueden llegar a los cinco milímetros", explica.

La reeducación

Afortunadamente existe otro gran grueso de problemas que las soluciona el foniatra o el logopeda en sesiones de grupo. La escuela de voz del Macarena se constituyó hace ahora tres años.

Según Paola Díaz, médico especialista en medicina física y rehabilitación, "existen tres grandes grupos de enfermos: los profesionales de la voz (profesores, políticos, cantantes...); los adultos que hacen un mal uso de ella. Aquí cada vez tiene más importancia la influencia del estrés y la ansiedad porque las cuerdas vocales son dos músculos a los que no se les puede exigir correr 3.000 metros lisos porque se lesionan. Y la ronquera son las agujetas de esta tensión. Por último existe un tercer grupo formado por niños con personalidad fuerte o que imitan los malos hábitos de lo padres".

Todos ellos pasan por el laboratorio de la voz que acaba de estrenar el Macarena. La doctora Laura García, especialista en recuperar la voz en el centro desde hace 20 años, asegura que este nuevo robot no sólo informatiza la voz del paciente para analizarla y valorar su evolución, sino que además incorpora un plus de precisión al primer diagnóstico que hace el otorrino.

Los consejos de los especialistas: evitar la climatización artificial, los agentes irritantes (tabaco, alcohol, café), los gritos y la tos. Y hay que hablar lentamente como si se masticaran las palabras. Con estas recomendaciones, además de la práctica de una serie de ejercicios respiratorios, la recuperación de la voz llega en uno o dos meses.

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