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El Madrid se gana un cruce de cuartos ante el Barça en la Euroliga

Un pésimo último cuarto le costó al Real Madrid el partido ante el Maccabi (64-66), el liderato de su grupo y el cruce de cuartos que quería evitar ante el Regal Barcelona, su bestia negra, que además tendrá el factor cancha a favor para buscar la Final Four de París.

el 11 mar 2010 / 23:15 h.

Juan Espadas.
El Maccabi mandó al Real Madrid, en un final aciago de los blancos, tras un parcial de 30-19 en el último cuarto, a jugar los cuartos de final contra el Barcelona, ganador del Grupo E, de la Euroliga (64-66). Los israelíes pusieron final a una racha de siete encuentros ganados por los españoles en Vistalegre, todos los de la presente edición de la Euroliga. Un partido en el que los madridistas fueron delante hasta el último minuto, pero en el que la precipitación y la gran confianza en sus propias posibilidades de los visitantes deja al Madrid sin el factor cancha a su favor y a merced de su eterno rival español.

El "milagro Llull" no tuvo lugar hoy en Vistalegre, y la defensa del Maccabi se mostró mejor que la del Siena y supo parar al base español en los momentos decisivos.

El Madrid, que no pudo contar con Bullock, lesionado con un esguince de rodilla, rompió con facilidad la zona del Maccabi en el primer cuarto. El dominio del rebote por parte de Reyes y Tomic y el tiro exterior de Hansen, Jaric y Kaukénas, acompañado por la pésima puntería de Anderson, Eidson y Bluthenthal dieron ya una ventaja de siete puntos (17-10) a los locales en el décimo minuto.

Cuatro triples seguidos, tres de Llull y uno de Prigioni, para marcar un parcial de 11-0, rompieron el encuentro (29-13) en el minuto 16. La mayor ventaja hasta ese momento, 16 puntos.

Sin embargo, el, de repente, alocado juego de los españoles y el acierto de Eidson y Bluthenthal dio seis puntos consecutivos a los israelíes. El Maccabi recortó las diferencias y llegó al descanso "dentro" del partido, diez abajo (31-21).

A pesar del último arreón de los visitantes, su juego fue decepcionante durante los primeros 20 minutos, lejos del demostrado en la ida: Anderson, verdugo de los blancos en Tel Aviv (81-76) sólo sumó cuatro puntos, con una valoración de 1 en el primer tiempo, mientras entre todos los jugadores del Maccabi sólo eran capaces de meter un triple, Bluthenthal, de siete intentos, por seis de sus rivales.

Tomic y Fischer protagonizarían la vuelta a la cancha con un duelo muy bonito entre los dos pivotes y con un empate a cuatro en su pelea individual para que el Madrid mantuviera la ventaja, siempre entre 10 y 12 puntos.

Los visitantes aumentaron su intensidad defensiva, Perkins y Fischer recuperaron el pulso de cara a la canasta contraria, dos tiros libres fallados y una perdida de balón hicieron que Messina devolviera a Llull al banquillo y saliera Prigioni de nuevo, pero los jugadores blancos siempre estuvieron muy metidos en el choque y respondieron con igual agresividad en defensa para no bajar de nueve (45-36) antes de llegar al cuarto decisivo.

Pero el juego de los israelíes iba a más y entre Bluthenthal, Perkins, un triple cada uno, y Eidson, redujeron a cuatro la diferencia a falta de seis minutos, con Hansen y Prigioni empeñados en ganar el partido a base de triples. Messina sentó a Prigioni, excelente hasta entonces, y dio el mando a Llull.

Lasme con una de dos y un triple de Bluthenthal pusieron el 55-55 en el marcador a falta de 3:22 para el final del encuentro, culminando un parcial de 19-10; y Messina pidió tiempo ante el descontrol de su equipo. Por momentos, Lasme parecía el mismísimo Michael Jordan, imparable para los blancos tras un tiempo muerto que no sirvió de mucho.

Un triple de Eidson puso la primera ventaja para el Maccabi (61-62) cuando ya no quedaba ni un minuto y el fantasma del Barcelona en el cruce de cuartos llevó el pánico a Vistalegre.

Prigioni y Jaric fallaron en los momentos cruciales y el balcánico cometió su quinta falta en el último minuto. Eidson encestó dos libres para dar tres de ventaja al Maccabi, Garbajosa encestó un triple desesperado y muy protestado por el banquillo visitante pues consideraban los técnicos que el español había pisado la raya. Sin embargo, los árbitros lo dieron. Era el 64-64 a 13 segundos y crecía la esperanza en Madrid. En la siguiente jugada, Hansen cometió una personal sobre Anderson a 4 segundos para poner dos arriba a los israelíes y entre Llull y Tomic perdieron el último balón.

Hoy, no hubo "milagro Llull" y el Madrid se enfrentará a cinco partidos al Barcelona, el equipo que le apabulló hace dos semanas y media en la final de Copa. El Maccabi lo tendrá más fácil: Belgrado contra el Partizan.

Precisamente, el Barça no dio lugar a la sorpresa y acabó de la mejor manera posible el top-16 con una trabajada victoria sobre el Partizán de Belgrado (82-64). Juan Carlos Navarro y una gran labor colectiva dieron al traste con las esperanzas del Partizán. Por su parte, el Caja Laboral cumplió y se impuso por 102-90 a la Cibona. Ahora, los vitorianos se medirán al CSKA de Moscú ruso en cuartos. Olympiacos-Prokom y Maccabi-Partizán completan los cruces de los cuartos.  


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