La Audiencia de Cádiz ha decidido que el marido de la menor mauritana, condenado a 13 años de cárcel por agredirla sexualmente, permanezca en prisisión preventiva, a diferencia de lo dictado para la madre de la niña, condenada a 17 años y medio, y que está en libertad. La prisión preventiva del esposo puede prolongarse hasta seis años y nueve meses mientras el Supremo se pronuncia.
El reo cumplirá en junio dos años en la cárcel y allí podrá continuar de forma preventiva seis años y nueve meses en total, el límite de la mitad de la pena a la que ha sido condenado, que es la petición que hizo la Fiscalía de Cádiz.
Los argumentos que se expresan son la gravedad de la pena, plasmada en una sentencia de la Audiencia que ha sido recurrida al Supremo, y la falta de arraigo que favorece el que "pudiera sustraerse a la acción de la justicia".
Se ha tenido en cuenta que cuando se produjo la agresión sexual a la menor su marido se encontraba en Puerto Real de forma accidental "de camino a otro país" y "careciendo incluso de residencia legal en España". La defensa, ejercida por el letrado José Álvarez, estudia si recurrir esta decisión al Tribunal Constitucional porque considera que se ha vulnerado el principio de igualdad recogido en la Constitución.
"La falta de arraigo también la exponía la Fiscalía respecto a mis otros dos defendidos y no ha sido motivo para meterles en prisión", señaló el abogado, quien añadió que su cliente podría haber suplido esa carencia con la retirada de su pasaporte y la notificación de un domicilio en el país.
En el juicio, la menor aseguró ser violada por su esposo, con quien fue obligada a casarse cuando tenía 12 años bajo amenazas de sus padres. Según ella, le dijeron que si no mantenía relaciones sería lapidada. La Audiencia condenó en marzo a la madre de la menor a 17 años de prisión por un delito de violación, otro de coacciones y un tercero de amenazas, mientras que al padre de la menor lo condenó a un año y medio de cárcel por un delito de amenazas. Ambos siguen en libertad.
