Local

El misterio de las abejas desaparecidas (y otras maravillas de la ciencia)

Si tiene en el ropero una bata blanca y no sabe qué hacer con ella, póngasela y tire para La Casa de la Ciencia, que febrero viene cargadito de pasión por el saber.

el 30 ene 2012 / 20:11 h.

TAGS:

Por alguna misteriosa razón, las abejas están desapareciendo de sus colmenas en todo el mundo. Son listas, las abejas. Nadie sabe por qué, pero el fenómeno existe y hasta tiene ya un nombre apocalíptico en inglés, que era lo único que le faltaba para constituirse formalmente como asunto serio: Colony Collapse Disorder. Este enigma de la naturaleza, junto con sus demoledores efectos en la horticultura, desde el brócoli hasta la sandía, forma parte de la panoplia de conferencias, proyecciones, actividades y exposiciones con las que La Casa de la Ciencia se enfrentará en febrero a la ignorancia, en busca de respuestas a los problemas e incertidumbres que tienen la Tierra hecha unos zorros.

En el caso del misterio antes descrito, se trata de La desaparición de las abejas, inquietante documental norteamericano de 2009 que forma parte del programa de Emisión Cero, la II Semana de la Sostenibilidad. Un ciclo que desde mediados de mes llenará de temas de rabioso interés tanto La Casa de la Ciencia (en la Avenida de María Luisa) como el Foro de la Biodiversidad (en el Patio de Banderas), las dos grandes sedes divulgativas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Sevilla. Y todo, gratis para quien quiera ir. Entre el contenido de esa Emisión Cero hay convocatorias tan atractivas como una conferencia de Felix Finkbeimer, el niño que con nueve años fundó una organización internacional para plantar un millón de árboles con los que combatir el calentamiento global. Y entre los documentales, joyas como Echando raíces: la visión de Wangari Maathai (una historia de amor por el planeta y por el sentido común en Kenia) y ese otro titulado La economía de la felicidad, con posibles soluciones para un mundo que los autores consideran arruinado tanto moral como económicamente.

Pero hay más, aparte de esa semana tan sostenible. De hecho, en La Casa de la Ciencia no paran, lo cual forma parte de su éxito, claro. El que las dos sedes citadas hayan acumulado en 2011 unas 80.000 visitas deja claro, como recordaba anoche la portavoz de la institución, Erika López, tanto esa diversidad y abundancia de contenidos como lo didáctico de su tratamiento y el hecho evidente de que Sevilla, "donde siempre estuvo muy arraigada la cultura, también se está abriendo a la cultura científica". Ocasiones no le faltan, desde luego. Ahora, nada más empezar febrero, se inaugura una exposición de fotos titulada Trabajar en Arqueología, y otra casi al mismo tiempo bajo el lema 40 soluciones para una vida sostenible. Y quien ame el universo, directamente se lleva ya el colchón allí, porque además del curso de Astronomía (para el que ya no quedan plazas) está, este jueves a las 19.30, El cielo del mes: una charla interesantísima sobre lo que se podrá ver en el firmamento durante las próximas semanas, a cargo de la federación de asociaciones astronómicas Cielo de Comellas.

Más noticias sobre el espacio: los días 13, 14 y 15, gratis para todos de 16 a 20 horas, el público podrá visitar el autobús llamado Buscando vida en el universo, un laboratorio móvil del Centro de Astrobiología para enseñar de forma práctica en qué consiste esa ciencia. Por cierto, hablando del asunto interestelar, no diga usted que la idea no es preciosa: el día 16, a las 19.30, un coloquio sobre Literatura y Astrofísica, con asistencia de expertos de ambas manifestaciones del alma humana, entre ellos Emilio Alfaro, del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Y una perspectiva genial e insólita: la Luna, con todos sus reflejos y todos sus simbolismos, ha ofrecido de siempre una carnaza sin igual para los poetas... que no es nada comparada con las posibilidades que brindan otros cuerpos celestes. Llévese la lira.

[Más información en la edición impresa]

  • 1