La plana mayor del club hasta hace poco. (Kiko Hurtado/Marcamedia)
Una de las noticias que dejó la proclamación de Pepe Castro como nuevo presidente fue la llegada al Comité Ejecutivo del club de José María Manzano, consejero desde 2012. Manzano pasa a ocupar la plaza que deja Manuel Vizcaíno y sobre el papel tendrá un importante peso específico a la hora de tomar decisiones. El nuevo integrante del Comité Ejecutivo lo forman cuatro personas: Castro, Monchi y José María del Nido Carrasco ha hablado en la televisión oficial y explicado algo que parece quedar más refrendado después de escucharle: el modelo de gestión presidencialista ya es historia.
La gestión del club tiene que ser tremendamente distinta porque la personalidad de José María del Nido es insustituible en muchas cosas. La capacidad de trabajo que desarrollaba, y desarrolla todavía, hacía que atendiese todos los frentes del club. Hoy en día no hay nadie que pueda atender todas las funciones que él hacía en el entorno sevillista. Lo controlaba absolutamente todo con capacidad y conocimiento, señala Manzano.
Hay personas tremendamente válidas dentro del club, pero focalizadas en determinadas tareas. Luego, la forma de llevar el club tiene que cambiar del sistema presidencialista que teníamos a una labor colegiada. Los caracteres de José María del Nido y José Castro son distintos, por lo que habrá que buscar formas distintas de gestión. Hay voluntad de que el club siga creciendo y vamos a intentar que lo mejor siga estando por llegar pero con formas externas distintas, añadía el consejero, notario de profesión, para más señas.
A PRUEBA DE SHOCKS. Manzano, además, quiso destacar la solidez de las estructuras de la entidad, puestas a prueba cuando se conoció la decisión del Tribunal Supremo sobre Del Nido: El hecho de que un presidente salga de la forma tan abrupta como, por desgracia, lo ha hecho José María del Nido, es un shock. Sin embargo, se han atendido todas las tareas del club desde su salida. Las estructuras sólidas han funcionado exactamente igual, por lo que hay que reconocer unas estructuras que se han hecho con el paso de los años.
