La combinación de la crisis económica con la crisis alimentaria provocó que la cifra de hambrientos en el mundo haya superado los 1.000 millones de personas -1.020-, según reveló un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Programa Mundial de Alimentos (PAM) publicado ayer con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación. Esta cifra supone el peor dato desde 1970 y un incremento del 9% en este año 2009.
"El aumento del número de víctimas del hambre es intolerable", aseguró el director general de la FAO, Jacques Diouf. "Tenemos los medios técnicos y económicos para hacer desaparecer el hambre, lo que falta es voluntad política para erradicarla", afirmó en un comunicado.
Diouf también indicó que la clave es invertir en agricultura en los países en desarrollo, "ya que un sector agrícola saludable es esencial no sólo para vencer al hambre y la pobreza, sino también para asegurar un crecimiento económico generalizado y la paz y estabilidad en todo el mundo. Los líderes mundiales reaccionaron con contundencia a la crisis económica y financiera y lograron movilizar miles de millones de dólares en un plazo de tiempo muy corto", denunció.
El informe publicado por la FAO y por el PAM, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, señaló que la práctica totalidad de las personas malnutridas vive en los países en desarrollo. Así, en la región de Asia Pacífico sufren hambre 642 millones de personas, en África subsahariana 265 millones, en Latinoamérica y el Caribe 53 millones, en Oriente Próximo y el norte de África 42 millones y en los países desarrollados 15 millones.
También para las principales ONG que analizaron este fenómeno concluyeron que el hambre debe ser combatida con un renovado apoyo a la agricultura y las redes de distribución locales. Acción contra el Hambre presentó el informe ¿De qué se alimenta el hambre?, en el que analiza el impacto de la crisis y el aumento de los precios de los alimentos que resultó en el "agravamiento de una situación ya crónica" de hambre en el mundo. El director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué, señaló que "20 millones padecen hambre severa con peligro de muerte inmediata".
Según la FAO la actual crisis es "especialmente devastadora" para las familias pobres en los países en desarrollo porque afecta a gran parte del mundo de manera simultánea, porque estuvo precedida por una crisis alimentaria que ya había debilitado las estrategias de supervivencia de los pobres y porque los países en desarrollo están más integrados en la economía mundial.
Exigencias. La Plataforma Pobreza Cero exigió a los gobiernos que suscribieron la Declaración del Milenio el cumplimiento de ocho objetivos con el fin de conseguir un mundo "más solidario y más comprometido" con la defensa de los derechos humanos. Entre estos objetivos se encontraba el de reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre.
