La reestructuración de la cantera que ha emprendido el consejo de administración encabezado por Rafael Gordillo, por supuesto con un papel preponderante de la dirección deportiva que a su vez lidera Vlada Stosic, continúa cobrándose víctimas, incertidumbre y críticas a su paso. A Miguel Valenzuela , coordinador de la cantera, le siguieron David Ortega, el técnico de los juveniles de División de Honor, y Mariano Suárez, que salvó al Betis B del descenso a Tercera, pero la sangría no acaba ahí.
Los hermanos Antonio y José Wanceulen, también muy importantes en la política de cantera en Heliópolis, presentaron ayer su renuncia irrevocable "en solidaridad" con Valenzuela, y hasta Gabino, campeón con los cadetes, piensa irse a pesar de que Gordillo lo consideraba imprescindible.
La marcha de los hermanos Wanceulen supone el casi total desmantelamiento del núcleo técnico de la cantera. Valenzuela era el coordinador global , pero José Wanceulen se encargaba de todos los equipos desde los infantiles a abajo (su hermano Antonio entrenaba al primer equipo infantil). El coordinador de juveniles y cadetes, Paco Millán, era la tercera pata y se está pensando muy seriamente dejar la entidad. Huelga decir que Mariano Suárez era el técnico que la cúpula de la cantera propugnaba para el Betis B y que David Ortega, tras una década en el club, estaba llamado a dirigir el filial también más pronto que tarde.
GORDILLO SE LE "CAE" A ORTEGA. Los adioses, por tanto, se suceden y además empiezan a suscitar las primeras críticas públicas al proyecto abierto por Gordillo y compañía. Valenzuela prefirió irse de manera pacífica, pero Ortega ha elegido la otra vía. "Esperaba que hubiese pesado más el aspecto profesional. Creo que mi trayectoria en el club habla por sí sola. Me han quitado media vida", defendió ayer el joven técnico sevillano en la web manquepierda.com, en la que confiesa que su "objetivo más cercano" era entrenar al Betis B y critica con dureza a Gordillo: "Era mi ídolo de la infancia, pero se me ha caído encima de golpe".
Ortega cree que lo que está ocurriendo en la cantera no se debe "ni a motivos deportivos ni profesionales". "Es absurdo que prescindan del coordinador que ha devuelto la cantera al primer nivel con medios irrisorios y en una desventaja abismal con el resto de competidores", denuncia el entrenador, que enumera esos medios "paupérrimos". "Campos en mal estado, deficiencias en cobertura médica, balones impracticables, falta de profesionalidad de empleados cercanos a la cantera, dificultades para acceder a instalaciones como el gimnasio, ausencia de vestuario... Me podría llevar horas", apunta Ortega, quien afirma que se ha ganado "muchos enemigos" pidiendo soluciones.
Los hermanos Wanceulen también son críticos. Definen a Valenzuela como "gestor y primer valedor del alto nivel actual logrado por el fútbol base del Betis" y consideran que su no continuidad "afecta a la profesionalidad" de quienes trabajan en los escalafones inferiores. "Entendemos que no se ha valorado el duro trabajo realizado para mejorar la cantera [...] a pesar de la insuficiencia de medios e instalaciones", añaden los Wanceulen.
