En los últimos tiempos han aparecido y se han ido definiendo en sus reglamentos, características y equipamiento multitud de modalidades deportivas que han hallado cobijo bajo el confuso paraguas de los 'deportes de aventura'. Paralelamente el hombre, en su afán por conocer sus límites físicos y psicológicos, por llevar el espíritu competitivo a sus extremos más insondables, ha ido pergeñando diversas especialidades sólo aptas para 'supermanes', versiones endurecidas de modalidades ya de por sí exigentes como el ciclismo o el atletismo: maratones de ultrafondo.
Atraído por ambos conceptos, la aventura y la resistencia, el deportista sevillano Eduardo Fernández-Agüera se ha embarcado en los últimos años en distintas empresas con las que saciar su sed de experiencias vitales. Su nuevo reto le lleva a Egipto para recorrer unos 250 kilómetros a pie en un régimen de notable autosuficiencia, siguiendo el curso del Nilo desde Asuán hasta Luxor.
Sin embargo, y a diferencia de desafíos anteriores, en esta ocasión el aventurero de Coria del Río prescinde de la seguridad que le reportaría su participación en un evento organizado y se lanza al desierto por su cuenta y riesgo, ese elemento que marca cualquier aventura que se precie.
Fernández-Agüera parte el domingo día 7 hacia El Cairo, donde pernoctará un par de días para acabar de delimitar su itinerario, aunque ya lleva adelantado el trabajo de prospección por lo que él ha podido averiguar y la ayuda que le ha prestado la agencia de viajes Travel Express Egypt en cuanto a permisos y a posibles dificultades en la ruta. Una ruta, pues, aún provisional pero que, en principio, le llevará a visitar las localidades de Daraw, Kom Ombo, Gebel Silsila, Edfu, Kom al-Ahmar y Esna antes de alcanzar el destino previsto, Luxor. El mapa del trayecto esbozado se halla aquí.
No obstante, el coriano no descarta ampliar la aventura: "El objetivo primero es hacer 250 kilómetros en una semana, pero si me respeta la forma física, es posible que siga hasta El Cairo o bien que me desplace hasta allí en algún medio, ya que me han aconsejado desistir de esa idea ante el peligro de actos terroristas de grupos radicales, y desde El Cairo seguir a pie hacia el norte hasta Alejandría o bien hacia el Oeste rumbo al oasis de Al-Fayoum.
En cualquier caso, su caminar de norte a sur junto al Valle del Nilo, por una franja que bordea el río y limita con el Sahara, le permitirá hacer incursiones en terreno desértico, aunque puntuales ya que lo que manda en este desafío es el agua que le faciliten las comunidades locales con las que tendrá que entrar en contacto, y no sólo como obligación sino como devoción, dado el componente socio-cultural pasa a ser una prioridad para nuestro aventurero.
UNA MOCHILA MUY COMPLETITA
¿Y qué se lleva el sevillano a Egipto para su singular travesía? Dada la enorme cantidad de kilómetros que ha de recorrer, Eduardo ha optado por llevar consigo el menor peso posible en su mochila, aunque los ocho-diez kilos no hay quien se los quite. El equipaje es sencillo y a la vez variado: la ropa de correr, un pantalón de hilo y un par de camisetas (manga larga y corta), un saco y una almohada inflable ultraligera para dormir; comida liofilizada y deshidratada a base de barritas energéticas, geles, sales minerales, frutos secos y algún embutido para su alimentación; un hornillo y menaje para cocinar; un kit de emergencia compuesto por manta de supervivencia, medicamentos para posibles afecciones, bomba aspiraveneno, linterna, navaja, brújula y demás utensilios.
Este proyecto de Fernández-Agüera comprende dos importantes novedades: por un lado, el corredor llevará consigo un mensajero vía satélite denominado SPOT, que no es sino un dispositivo que permitirá seguirle la pista a través del Valle del Nilo gracias a un mapa de Google que facilitará su posición exacta en tiempo real, así como el recorrido realizado. El acceso a la web habilitada al efecto se puede hacer desde aquí.
Por otro lado, Eduardo llevará una petaca que irá almacenando información acerca de su frecuencia cardíaca, velocidad de avance, tiempo acumulado de esfuerzo en cada jornada, etc. Datos que marcarán luego la evolución del atleta durante la travesía merced a un acuerdo del coriano con el Centro Andaluz de Medicina del Deporte (CAMD), que ya le tomó unos resultados en unas pruebas para medir los niveles de lactato que le hizo el doctor José Naranjo días antes de iniciar su periplo egipcio. El fin de la investigación médica es estudiar el rendimiento del organismo sometido a un esfuerzo extremo.
EXPERIENCIAS DEL PASADO, PROYECTOS DEL FUTURO
Obviamente, Eduardo Fernández-Agüera no afrontaría un desafío tan exigente, en condiciones extremas en cuanto a temperatura y humedad, si no contase con un importante 'background' de experiencias similares -sólo similares por que todas ellas estaban enmarcadas en competiciones organizadas-, entre las que destacan su participación en el Marathon des Sables, en el Sahara marroquí; en la Yukon Arctic Ultra canadiense, que no pudo concluir por las temperaturas de 20 y 30 grados bajo cero que padeció; o Le Grand Raid de Isla de Reunion, en el extremadamente húmedo archipiélago francés de ultramar, aventura esta última que quedó plasmada en el vídeo adjunto.
Y si Eduardo acumula ya varios retos, el presente en Egipto forma parte de un proyecto más amplio denominado 3D+A que se completará con otros parecidos en China (Desierto de Gobi), en Chile (Desierto de Atacama) y, por último, en el desierto nival de la Antártida. Todo ello con la irrenunciable idea de ampliar horizontes, conocer otros lugares, otras formas de vida, otras perspectivas en suma.
Toda la aventura del coriano en Egipto puede seguirse en su propia web o bien entrando en su blog: http://blogs.msn.es/viajes/aventura.aspx.
