¿Usted quiere vivir más años? Pues no lo dude, sea positivo y afronte la vida con optimismo. Y es que a una persona con una actitud negativa las defensas se le bajan y es más propensa a sufrir depresiones, estrés crónico y hasta cáncer, según afirma con rotundidad el psicólogo y pedagogo Bernabé Tierno.
Sin embargo, a una persona positiva el sistema inmunológico se le refuerza, porque la felicidad es un mecanismo bioquímico que se activa en el cerebro mediante neurotransmisores como la serotonina, dopamina y oxitocina. Por ello, alguien pesimista puede vivir hasta 10 años menos que una persona optimista. Esta afirmación está basada en varios estudios, entre ellos, explica Tierno, el realizado por el psicólogo Martin Seligman, quien hizo un seguimiento de la evolución de una comunidad de religiosas de principios del siglo XX en el sur de Francia, para comprobar qué factores se podían relacionar con la longevidad. Seleccionó la vida en un convento porque entendía que allí se reducía la complejidad de factores que podían enturbiar la investigación en otro lugar: vida rutinaria similar de todas las monjas, parecida alimentación, no fuman, no beben, misma clase social, mismos recursos económicos, etc. Se hizo un seguimiento a lo largo de varias décadas de sus diarios y el resultado de dicho estudio fue que el indicador que más directamente se relacionaba con la longevidad era la alegría. El 90% de las religiosas que en sus escritos se mostraban más contentas y que casi nunca estaban enfadadas, a pesar de los contratiempos, seguían vivas a los 85 años, en comparación con tan sólo el 34% de las monjas que se mostraban menos alegres.
Éste, según Bernabé Tierno, es un ejemplo más que claro para determinar que la felicidad está relacionada con una vida más larga, por ello anima a "disfrutar del presente, sin permitir que lo malo del pasado ni el temor por el futuro enturbie al momento actual". Para ello propone que se goce de las cosas cotidianas como el trabajo, los amigos, la familia, "teniendo la convicción de que la vida es una maravilla y que no existe otra igual".
Este psicólogo y pedagogo que colabora con el Instituto Coca-Cola de la Felicidad, reitera que para ello es fundamental la actitud que se adopte frente a las adversidades, "porque no son tanto las situaciones más o menos graves que nos puedan suceder, sino la forma en las que las vivimos. Hay personas que salen fortalecidas tras sufrir problemas", asegura.
En este sentido, explica que cuando llegan malos momentos como la perdida de un empleo, la persona extrovertida, sincera, con amigos, "que no le da miedo contar su situación, ni le importa el qué dirán, tiene un 99% más de posibilidades de encontrar un trabajo"; y añade: "No hay que gastar las fuerzas en quejarse, porque se ahuyenta a los demás, hay que hablar y vivir el problema como una oportunidad de aprender".Eso sí, admite que el clima influye en nuestro estado de ánimo. "Hay más propensión a la alegría en zonas donde hay sol. En estos lugares la gente tiene mejor humor, porque el sol es un euforizante natural. Sin embargo, en los países donde hay menos luz sus habitantes tienden más a la depresión", dice.De hecho, según un estudio del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, alrededor del 60% de los españoles se declara feliz o muy feliz, una cifra que supera con creces a la media europea, ya que sólo se declara feliz o muy feliz el 54% de los ciudadanos.
Un mito que también desmonta Bernabé Tierno es que el dinero da la felicidad. Así, manifiesta que cuando se ven partidos de fútbol en países del Tercer Mundo se observa a la gente feliz, "esto es porque tienen vida social y comparten sus penas y alegrías, ya que lo importante es estar a gusto". Eso sí, aclara, que esta alegría es posible si se tienen las necesidades básicas cubiertas y cuando te sientes amado y querido, "dos pilares básicos para que una personas sea y se sienta feliz".
