El Sevilla puso fin a su mala racha de resultados y, a la vez, de cara la eliminatoria de octavos de final de Copa del Rey contra el Málaga. Y lo hizo con sufrimiento, pasándolo muy mal ante un adversario que le puso en evidencia en el primer tiempo y al que sólo frenó tras el descanso.
El equipo de Manuel Pellegrini se fue al intermedio ganando 2-3, en pleno desconcierto defensivo de los hombres de Gregorio Manzano, abucheados cuando se marchaban a la caseta.
Sin embargo, lejos de pagar caro su primer tiempo, el Sevilla resurgió de sus cenizas. Liderado por Romaric, que sacó amor propio, y Kanouté, cuya sombra fue muy alargada para el Málaga, dio la vuelta al partido e incluso lo despidió con un gol de Diego Capel que le sitúa a un paso de la siguiente ronda.
De todos modos, esta victoria tiene muchas lecturas. Ante todo, es lo que se deseaba: llegar al choque de vuelta con una buena renta (dos goles). Sin embargo, que un equipo como el Málaga, sin mucha tensión y dejando claro por qué está en la zona baja de la tabla, marque tres goles al Sevilla en casa da una idea del nivel defensivo nervionense.
Son ya diez los partidos consecutivos encajando al menos un gol, demasiados para aspirar a cotas altas en cualquier competición. Llegar a esta eliminatoria de Copa con una losa de siete encuentros sin ganar no es casualidad. El trabajo sin balón continúa dejando muchísimo que desear y condena una y otra vez a un bloque que necesita refuerzos.
Del Nido ya dijo que no le gustó la poca ambición que vio en el Santiago Bernabéu, pero al menos ayer se pudo apreciar orgullo y ganas de ganar cuando el equipo se cohesionó. Frente a un Málaga frágil y a verlas venir, ni siquiera el hecho de adelantarse en el marcador sirvió para evitar que la afición despidiera al equipo al descanso con una pitada.
Alfaro hizo el 1-0 a los doce minutos, poco después de que Malagueño sacara un balón bajo palos a Luis Fabiano. Parecía incluso que éste iba a ser un partido fácil. Nada más lejos de la realidad. Rondón y Quincy hicieron un auténtico traje al equipo de Manzano, cuyos zagueros no dieron una a derechas y en el que prácticamente nadie echó una mano a la hora de defender en la primera parte.
Al descanso, 2-3 después de que los dos delanteros de Pellegrini zarandeasen a todo aquel que les salió al paso. Negredo, en otro fallo garrafal de la defensa, esta vez visitante, recortó distancias, después de ver cómo el conjunto costasoleño remontaba el choque.
Manzano recompuso su once en vestuarios. Dio entrada a Alexis por un negado Konko y desplazó a Cáceres al lateral. Ahí sí rindió el uruguayo gracias a su rapidez y mayor concentración. Poco después, el técnico sacaba a Kanouté por un desdibujado Luis Fabiano, silbado cuando abandonó el césped.
El Sevilla apretó los dientes, cerró líneas y se lanzó en busca de la victoria pese al riesgo de sonrojo. Fruto de su progresiva mejoría, el Sevilla dio la vuelta al encuentro. Romaric firmó el 3-3 con un disparo desde la frontal del área que se come Rubén -el balón se cuela entre sus brazos- cuando más asentado estaba el Málaga.
El Sánchez Pizjuán comenzó a rugir y el Sevilla despertó definitivamente. La presencia de Kanouté en el campo se dejó notar. Sacó sus galones, impuso respeto y tocó la pelota, algo que contagió a todos sus compañeros. Y se notó. Romaric volvió a aparecer para cabecear un centro lateral de Cáceres. Era el 4-3.
El Málaga se descomponía aún más si cabe y el equipo de Manzano se crecía. Capel aprovechó un nuevo error defensivo visitante para internarse en el área y marcar. Y Nervión lo festejó. Ya tocaba ganar.
- Ficha técnica:
5 - Sevilla FC: Palop; Konko (Alexis, m.46), Martín Cáceres, Escudé, Luna; Alfaro, Zokora, Romaric, Diego Capel; Negredo (Rodri, m.76) y Luis Fabiano (Kanouté, m.55).
3 - Málaga CF: Rubén; Manolo Gaspar, Weligton, Malagueño, Mtiliga; Portillo, Recio (Manu Torres, m.73), Sandro Silva, Duda (Eliseu, m.57); Quincy y Rondón.
Goles: 1-0, m. 11: Alejandro Alfaro. 1-1, m. 19: Rondón. 1-2, m. 26: Rondón. 2-2, m. 22: Negredo. 2-3, m. 40: Quincy. 3-3, m. 66: Romaric. 4-3, m. 80: Romaric. 5-3, m. 83: Diego Capel.
Árbitro: Eduardo Iturralde González (Comité Vasco). Amonestó a los visitantes Manolo Gaspar (m.12), Malagueño (m.60) y Weligton (m.75) y a los locales Luna (m.25), Martín Cáceres (m.50) y Romaric (m.80).
Incidencias: partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de veinte mil espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones pese al abundante agua de lluvia que cayó durante todo del día en Sevilla.
