En el transcurso del Pleno del Ayuntamiento, que como cada mes se prolonga hasta la medianoche, el Consistorio aprobó la Cuenta General del año 2007. Contó con los votos a favor del PA y las críticas y negativa de PSOE y PP.
La cuenta contiene los datos económicos del Consistorio a a final de ese año y un informe técnico elaborado por el Interventor donde se analizan dichos datos. Sobre esta cuestión, la concejal de Hacienda, María Ángeles Sánchez, recordó que el presupuesto es una previsión y la realidad es la que se refleja en la Cuenta General una vez acabado el ejercicio.
Este año, el descenso de la actividad constructiva ha originado un remanente negativo de tesorería de 1,9 millones de euros que, en un presupuesto de 38.300.000 euros, supone un 4,9% del total. Según señaló Sánchez, a fin de año el estado de endeudamiento del Consistorio "era tan sólo del 51,99 por ciento, muy lejos del límite del 110 por ciento que establece la ley".
El informe de Intervención recomienda que debe controlarse el gasto, así como que con el fin de mantener el nivel de ingresos corrientes se deben reforzar vía ordenanzas fiscales los ingresos correspondientes a los impuestos directos, y ajustar el importe de las tasas al coste de los servicios. De hecho, en la actualidad se trabaja en la revisión de las ordenanzas fiscales para el próximo año.
Mientras, socialistas y populares se mostraron contrarios a la visión esgrimida por el PA. El PSOE señaló que de las Cuentas Generales de 2007 y del grado de ejecución del presupuesto de 2008 se desprende "un fuerte descenso en los ingresos previstos y el reconocimiento de gastos sin consignación presupuestaria, llevando el endeudamiento a casi 16 millones de euros a comienzo de año". El portavoz socialista, Fernando Alcaide, añadió a esto los prestamos contraídos y el dinero que el alcalde "deberá de pedir a los bancos" para financiar parte de las inversiones previstas, con lo que la deuda a finales de este año "podrá ponerse en los 20 millones de euros".
Alcaide criticó "la mala gestión financiera de los recursos municipales y el incremento del gasto de personal" que, junto a la bajada de los ingresos de la construcción, ha provocado la "asfixia económica" del Ayuntamiento, "poniendo en riesgo la escasa calidad de los servicios municipales".
Pos su parte, el Partido Popular señaló la "amplia deuda con la que cuenta el Ayuntamiento, a lo que hay que añadir la deuda acumulada de Produsa". El portavoz del PP, José Rojas, denunció el "abuso generalizado en contrataciones administrativas y en pagos sin consignación presupuestaria", además de observar "bastantes irregularidades en las cuentas".
De igual modo, Rojas criticó el estado en que se encuentra Produsa, del que "no se dan las cuentas a la oposición, y tiene una deuda importante que se intenta camuflar con auditorías, que tampoco han podido tener conocimiento vez de las cuentas, por falta de datos". Por todo ello, el equipo de gobierno da muestras de "opacidad política y falta de transparencia", lamentó el representante popular.
Además del Pleno ordinario, de forma previa se celebró uno extraordinario en el que Francisco Campanario tomó posesión de su acta como concejal, tras la renuncia de la concejal socialista y secretaria general del PSOE de la localidad, Silvia Calzón, al ser nombrada directora general de Justicia Juvenil en la Junta de Andalucía.
Campanario de mostró "muy contento" por entrar a formar parte como concejal del grupo del PSOE en el Ayuntamiento y destacó que, aunque supone "mucha responsabilidad", comienza a trabajar "con muchas ganas".
