Benedicto XVI, ya desde el Vaticano, analizó la visita realizada a España el pasado fin de semana y agradeció la "intensa participación" de los fieles que le acompañaron en su viaje a Santiago y Barcelona. Asimismo, pidió a los españoles que "aviven su fe y la transmitan con valentía, siendo cristianos como ciudadanos y ciudadanos como cristianos".
El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de fieles que asistieron en el Vaticano a la audiencia pública de los miércoles. En el acto, el Papa resaltó el afecto que recibió en España y dijo que Santiago de Compostela sigue siendo un punto de referencia para una Europa "fiel a sus imprescindibles raíces cristianas". Aunque también sus palabras reiteraron su apoyo al matrimonio heterosexual y su oposición al aborto y la eutanasia.
En este sentido, Benedicto XVI señaló que "todo lo que se haga" para ayudar al matrimonio entre un hombre y una mujer, a la familia y a las personas necesitadas y para acrecentar la grandeza del hombre y su inviolable dignidad "contribuye al perfeccionamiento de la sociedad" y que "ningún esfuerzo en ese sentido es en vano".
En cuanto a su visita a las dos ciudades españolas, el Papa aseguró que es la fe en Cristo "la que da sentido a Santiago de Compostela, un lugar extraordinario" que continúa como "punto de referencia para la Europa de hoy en su nueva configuración y perspectiva". Igualmente, agregó que tiene esperanza en las "inmensas posibilidades del continente europeo" y en su futuro y que por eso invitó a Europa (en la misa que ofició en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela) "a abrirse siempre más a Dios, favoreciendo las perspectivas de un encuentro, respetuoso y solidario con las poblaciones y las civilizaciones de los otros continentes".
En cuanto a la ciudad condal, el Pontífice afirmó que mientras estuvo en Barcelona, donde consagró el templo de la Sagrada Familia, rezó intensamente por la familia, "célula vital y esperanza de la sociedad y de la Iglesia". Además, agregó que durante esta visita tuvo la "inmensa alegría" de consagrar el templo de Antonio Gaudí.
templo de la Sagrada familia. Del edificio declaró que "su grandiosidad y su belleza invita a elevar la mirada hacia Dios" y que le recordaba a las grandes construcciones religiosas, como las catedrales de la Edad Media. Por ello, calificó a la Sagrada Familia de "espléndida obra de riquísima simbología religiosa, precio entrelazado de formas fascinantes".
El Papa Ratzinger aseguró que viajó a España como peregrino, como testigo de Cristo para reafirmar en la fe a los españoles, "como sembrador de la esperanza que no desilusiona y no engaña". Resaltó que como un "peregrino" abrazó "con emoción" la estatua del Señor Santiago, y meditó sobre qué empuja a tanta gente a peregrinar a Compostela, "un camino largo y duro".
Benedicto XVI agradeció a los Reyes, a los Príncipes de Asturias y a los gobiernos de Galicia y Cataluña el trato que le dispensaron en los dos días, que calificó de "inolvidables" y que se le quedarán "grabados en el corazón". Por todo ello, el Papa pidió a Dios que recompense al pueblo español y recordó que el año que viene volverá para asistir en Madrid, en agosto, a la Jornada Mundial de la Juventud.
